Bilbao - No conoce al detalle la sentencia, pero tras la condena a una monitora de buceo a un año de cárcel y tres de inhabilitación por la muerte de una alumna, de Algorta, Unai Artaloitia, buzo profesional y entrenador de instructores, explica, basándose en sus treinta años de experiencia, qué factores desencadenan la mayoría de los accidentes.
¿Qué le parece la sentencia?
-No conozco los detalles. La información suele ser difusa y a veces no se corresponde con la realidad.
El fallo recoge que la inmersión “tuvo lugar con una clara infracción del deber de cuidado y cautela y faltando a la más mínima prudencia profesional”.
-Eso es muy subjetivo, ya que ellos cumplían unos estándares que les ponen las agencias. La norma para mantenerse vivo bajo el agua es no dejar de respirar y es muy raro que los equipos fallen. Yo no sé de ningún caso. Mientras no te lo quites de la boca, sigues respirando.
¿Y si uno pierde la consciencia por un mareo y deja de respirar?
-Sería muy difícil de probar si primero tuvo el ahogamiento y después el desvanecimiento. Hay un dictamen y se puede estar o no de acuerdo, pero los instructores tenemos unos estándares y los cumplimos a rajatabla. Nadie quiere que pasen estas cosas, pero a veces pasan. El buceo no es para todo el mundo.
¿Quiénes no deberían practicarlo?
-Las personas aprensivas, las que entran en pánico o ansiedad. Estás en inmersión y si te quitas el regulador de la boca, te puedes ahogar. Gente en perfecto estado físico entra en pánico y pasa lo que pasa. Es fundamental tener control sobre uno mismo.
¿Hay que ser deportista?
-No, pero hay que tener unos mínimos. Una persona obesa, con taquicardias y arritmias, no podría. Hay unos controles médicos pero no psicológicos y debería haberlos para saber si pueden mantener la calma. La mayoría de los accidentes en buceo recreativo vienen por ahí.
¿Por ponerse nerviosos y desprenderse del regulador?
-Sí, se lo quitan, pegan un trago de agua, al final es una cascada de incongruencias, entran en pánico...
¿Qué se hace en esos casos?
-Se les lleva a superficie controladamente, se les calma...
¿La reanimación es habitual?
-En mis 28 años no me ha tocado nunca por suerte.
¿Qué otros errores cometen?
-No seguir las indicaciones del instructor. El alumno tiene que poner de su parte. Si ha estado ocho meses sin ir al curso, tendrá que ir al menos con el manual refrescado. La prudencia de cada uno es fundamental.
La inmersión a la que se refiere la sentencia se realizó diez meses después del entrenamiento en piscina. ¿Qué dice la normativa?
-Creo que el plazo es de un año.
¿Sería aconsejable para un principiante no espaciarlo tanto?
-El principal responsable en los accidentes suele ser la víctima. Si la persona no se encuentra apta para una inmersión, por causas personales o físicas, tiene que decirlo. Si, por ejemplo, ha estado de fiesta, no tendría que meterse al agua.
Según el fallo, había “poca visibilidad en el fondo y gran oleaje”. ¿Debió suspenderse el curso?
-Eso es subjetivo. No sé cómo estaba la mar y no voy a entrar a enjuiciarlo. Muchas veces hay que hacer los ejercicios en aguas confinadas, pero hay que usar el sentido común.
Si hubiera poca visibilidad, ¿el instructor debería cancelarlo?
-Depende de lo avanzado que esté el curso. Si es el primer día, no les vas a meter con poca visibilidad, pero si el curso está avanzado, también es bueno que vean que todo no es Jauja y peces de colores y se entrenen en medios un pelín adversos.
La víctima no iba emparejada. ¿Es una medida obligatoria?
-Legalmente es obligatorio que lo esté. Habría que ver si no lo estaba por negligencia suya o del instructor. Yo a mis alumnos siempre les digo: Pegaos a mí y no me perdáis de vista, porque yo voy pendiente de ellos, pero es más fácil que cada uno de ellos vaya pendiente de mí.
¿Se les instruye en qué hacer si el compañero tiene un problema?
-Sí, depende del estado de progresión en que esté el curso. La unidad mínima en buceo deportivo son dos personas. Ha habido casos de gente que pasa del instructor y pasa de todo y luego sucede lo que sucede.
Hay que seguir las normas como en cualquier deporte, ¿no?
-Es como el que va como un loco con la moto o con el coche. Si te ponen una multa o te pegas una torta, te atienes a las consecuencias.
Por su experiencia, ¿la mayoría de accidentes de buceo son por la imprudencia de quien lo practica?
-Muchas veces sí. El estado de ánimo es muy importante. Hay gente a la que ya se le ve que es muy nerviosa antes de sumergirse. A nuestro cerebro le cuesta entender que respiramos debajo del agua, se produce una controversia. Ahí se genera una ansiedad y muchas veces se quita el regulador y actúa inapropiadamente. Es un momento crítico y hay gente que lo supera muy bien y otros que no lo superan nunca.
¿Han rechazado a algún alumno por considerarlo no apto?
-Sí, varias veces. Cuando vas en un grupo y alguien se descontrola, entra en pánico varias veces, los ejercicios son sencillos, los ha fraccionado mucho y todavía sigue sin superarlos, se le invita a abandonar la práctica porque el buceo no es para él.
¿Hay quien se apunta a bucear como quien alquila un pedalo?
-Antes la gente que hacía un curso de buceo ya había practicado apnea. Ahora es algo tan socializado que te puede venir cualquiera que no ha visto el agua o no sabe nadar.
Algunos hacen un cursillo y ya piensan en practicar espeleobuceo.
-Hay mucha gente que hace el curso en Tailandia o en Mexico, en aguas cálidas y con muy buena visibilidad. y luego se creen que aquí es lo mismo. En cambio, el que se forma aquí bucea en todas partes.
¿El fallecimiento de la joven de Algorta es un caso aislado?
-No tengo datos, pero en una estadística de hace quince años sobre riesgos de los deportes, el buceo estaba en el puesto 22º con el golf, en cuanto a horas practicadas y accidentes.
Parece a priori más peligroso.
-Para las inmersiones que se hacen en el mundo, la cifra de accidentes es insignificante. Lo que pasa es que la muerte de un submarinista es muy sensacionalista porque cuesta localizarlo, hace falta un helicóptero o un barco para rescatarlo... En otros casos que conozco de buceo a otros niveles el 80% de la culpa la tiene el accidentado por saltarse alguna norma.