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El club de piragüismo de Plentzia afronta su nueva etapa con energía

Tras celebrar sus bodas de plata en 2015 y cambiar de directiva en abril pasado, el reto es que los niños sigan muchos años

El club de piragüismo de Plentzia afronta su nueva etapa con energía

Plentzia - El club de piragüismo de Plentzia surca la ría con fuerza. La nueva etapa de la entidad, tras celebrar el año pasado sus bodas de plata y cambiar hace tres meses de directiva, se está desarrollando viento en popa y a toda vela, merced al esfuerzo de su nueva junta, al empeño de los deportistas que compiten y, especialmente, a los chavales que muestran interés por esta disciplina y que están conformando una excelente cantera.

Los peques del deporte escolar son la joya de la corona de este proyecto que da continuidad al que ya estaba asentado con el anterior presidente de Plentzia Piraguismo Taldea, Andoni Intxaurtieta. Un hombre clave en el club, que se implicó al 100% y que aún sigue echando un cable. “El reto es conseguir que estos niños no dejen de practicar piragüismo a los 15 años o después, a los 18, cuando ya empiezan la universidad y se les hace complicado compaginar todo”, considera el actual mandatario, Mikel Bengoetxea. Y es que la camada de piragüistas que hay ahora en el club ronda la veintena y esa cantidad es de las mejores que ha cosechado Plentzia en su trayectoria. Esta cantera está demostrando su compromiso e implicación. Porque ahora, cuando el verano anima a pegarse unos chapuzones, resulta más sencillo coger la piragua y meterse al agua, pero cuando el largo invierno aprieta... la cosa cambia un poco. Y estos chicos y chicas -de hecho, hay más mujeres que hombres- entrenan durante todo el año y acuden a una decena de regatas en los meses en los que el sol apenas se deja ver en el cielo. “Entrenan todos los fines de semana y ahora nos han pedido un día más”, destaca el presidente de Plentzia Piraguismo Taldea.

Bengoetxea, que lleva desde abril en el cargo “porque me engañaron”, afirma, entre risas, se ha quedado sorprendido con la multitud de valores que transmite este deporte. “He visto muchísimo compañerismo”, enfatiza. “En la etapa de formación, es esencial enseñarles el respeto al contrario y al compañero”, añade. Y todo eso, según comenta el presidente, lo ha podido comprobar en las salidas que organizan para participar en pruebas de distintas partes del Estado. “Allí puedes ver cómo un chaval de 18 años le ayuda a uno de 12 en lo que sea. He asistido a detalles muy bonitos en grupos heterogéneos”, asegura Bengoetxea. Esta misma circunstancia, precisamente, es la que pone en valor su antecesor, Andoni Intxaurtieta: “Se hace una piña auténtica entre todos. Es un deporte en el que vas tú en tu piragua y peleas contra ti mismo, pero se crea una gran relación con tus compañeros”.

Pese a que el club de la villa de Uribe Kosta atraviesa un buen momento en cuanto a número de piragüistas, la intención es continuar enganchando a gente. Por eso, este mes y el próximo se están llevando a cabo unos cursos de iniciación para que quien tenga curiosidad por esta práctica deportiva y de ocio pueda probar y aprender. Y es que hay que tener en cuenta que “hacen falta ciertas habilidades para mantener el equilibrio”, precisa Bengoetxea. De momento, lo que están percibiendo en el club es que se están apuntando muchas madres con sus hijos.

Junto a las pistas de pádel Otro de los cambios que ha experimentado la entidad recientemente es el traslado de las casetas donde los chicos y chicas de deporte escolar dejan las piraguas y sus demás pertenencias necesarias para la práctica de esta modalidad. Antes se encontraban en la playa, junto al campo base de Arkote y ahora están localizadas junto a las pistas de pádel municipales. Esta mudanza era una demanda del club, principalmente porque este nuevo emplazamiento “es un sitio mejor para los críos, porque el acceso al agua por el pantalán es más seguro, allí hay menos corrientes, y así no nos juntamos todos en la misma zona, con las piraguas, las traineras, los que hacen pádel surf...”, explica el actual presidente de una junta directiva compuesta por nueve personas, de las que la mitad son mujeres. Entre todos ellos se van repartiendo las labores que han de realizarse para que todo salga adelante. Y no son pocas, sobre todo en cuestiones de papeleo. A nivel económico, el club “subsiste”, indica Bengoetxea. “Esto es supervivencia, arreglamos el material que podemos nosotros mismos, compramos cosas de segunda mano... El club vive de las cuotas de sus socios y de un 10% de subvenciones por el deporte escolar y del Ayuntamiento”, detalla el presidente.

A competir Dentro de la entidad plentzitarra hay una quincena de personas que compiten en las distintas categorías del piragüismo. Sin ir más lejos, el pasado Día de El Carmen, se celebró el Campeonato de Euskadi de Kayak de Mar, que constaba de un recorrido desde Sokoa hasta Hondarribia. Pues allí, el K2 formado por Tommaso Ferroglio y Andoni Intxaurtieta, se proclamó campeón en su modalidad. Tras quedar en el segundo puesto durante dos años, esta vez lograron ser los primeros en cruzar la meta.

Asimismo, Higinio Rivero, se convirtió en campeón de Europa en categoría KL3 en una prueba celebrada en Pontevedra el pasado mes. Higinio compite en piragüismo adaptado, donde las embarcaciones son más anchas y así dan más estabilidad. Un accidente practicando escalada -se cayó desde quince metros de altura- parecía que le iba a postrar en una silla de ruedas, pero a día de hoy, camina con la ayuda de unas muletas. Él tenía claro que, de una manera u otra, iba a seguir haciendo deporte, porque desde pequeño ha sido de mente y cuerpo inquieto. Y en Plentzia, en la piragua y en los mares y las rías ha encontrado su sitio.

Y así, Plentzia Piragüismo Taldea cumple más de un cuarto de siglo. Porque ya han transcurrido más de 25 años desde que un grupo de padres se lanzó a la aventura de crear un club en el municipio. Así nació el primero de Bizkaia. Porque sí, Plentzia es la pionera en este deporte en el territorio. “Empezamos en Errotabarri en un par de contenedores. Luego, con una subvención de la Diputación se compró una caseta. Poco antes del año 2000, nos trasladamos a la zona donde se encuentra también Arkote”, recuerda el anterior presidente. A partir de ahora, palada a palada, llegarán seguro las bodas de oro.