Galdakao - La planta de Coca-Cola situada en Galdakao cumple 60 años; más de medio siglo desde que se embotellara la primera botella de la marca en Euskadi. Una fábrica, la de Galdakao, que se hace mayor y lo hace con una salud de hierro. Y es que, la evolución de la planta desde que abriera sus puertas ha sido siempre para crecer. En estos momentos, la de Galdakao es una de las fábricas de Coca-Cola más importantes del Estado. Concretamente, “la cuarta en cuanto a volumen”, destacó ayer Jaime Cardenal, gerente de la planta de Galdakao, durante la jornada de puertas abiertas para los medios de comunicación.

Una evolución que se ha notado tanto en el espacio como en los datos de ventas o trabajadores, entre otros. No en vano, desde que se creara en 1956, la planta de Galdakao ha pasado de ocupar 6.000 metros cuadrados y de tener 57 trabajadores que embotellaban unas 300.000 cajas de esta bebida al año, a ocupar una superficie de 100.000 metros cuadrados, tener 1.000 empleados y producir 484 millones de envases al año, lo cual equivale a 302 millones de litros de bebida.

Este crecimiento también ha podido verse beneficiado por la fusión de Coca-Cola Enterprises Inc., Coca-Cola Iberian Partners, S.A.U, y Coca-Cola Erfrischungstgetränke GmbH; una integración de tres embotelladoras que operaban en Europa y que ha dado como resultado la compañía Coca-Cola European Partners (CCEP). A día de hoy, esta se ha convertido en el mayor embotellador independiente de Coca-Cola del mundo, en cuanto a ingresos. La compañía da servicio a una población de unos 300 millones de personas de Europa Occidental, entre los que se encuentra el Estado y una decena más de países.

En el caso de la planta de Galdakao, desde la compañía aseguran que en los últimos años “se ha ampliado el territorio de distribución” y eso ha generado más volumen de venta. Además, de entre todas las plantas de Coca-Cola European Partners que hay en el Estado, “la de Galdakao es la única que embotella la bebida Powerade”, destacó ayer Cardenal. Una muestra más, de que el futuro de esta fábrica está asegurado. Y si se observan las inversiones y la apuesta tecnológica en ella, tampoco cabe duda de que la compañía confía en esta planta.

Tecnología punta Y es que el embotellador de Galdakao destaca también por haber sido pionero en la aplicación de una tecnología muy avanzada a su cadena de producción. Recientemente, han introducido un sistema de carretillas que “revoluciona las labores de logística en fábrica y en la zona de almacenes”. El sistema permite mejoras en cuanto a la seguridad, la productividad, elimina puntos ciegos y facilita el trabajo en toda la planta.

“Tenemos una fábrica con tecnología puntera a nivel de Europa”, concretó Cardenal. La inversión necesaria para hacerse con este tipo de carretillas ha rondado los cinco millones de euros. Pero, además, en el año 2012 se amplió la factoría con la implantación de un enorme almacén conocido como el Cubo Rojo. Un espacio completamente automatizado y que cuenta con varios pisos, convirtiéndose en uno de los almacenes más modernos.

El agua del norte Durante la visita, los responsables de la compañía destacaron que “el agua que se utiliza en la fabricación de la bebida pasa por un proceso que garantiza que en cualquier fábrica tenga las mismas características”. Sin embargo, el agua de la planta de Galdakao tiene “un tratamiento más sencillo, por no ser un agua dura como la de otras zonas”.

De todos modos, el secreto mejor guardado de cualquier planta de Coca-Cola sigue siendo el “jarabe mágico” que, en este caso, llega hasta Galdakao desde Irlanda.