Getxo - La partitura dorada de Biotz Alai, la de los 50 años de voces graves, contiene infinidad de notas anecdóticas. Como las que rememora de una actuación en Argentina Mario Porset, de 84 años, uno de los que empezó el camino del actual coro. “La guía del autobús nos preguntó: ¿Cuántos venís aquí? 48, le dijimos. Y contestó: A cinco os van a robar la cartera. Y efectivamente, a mi mujer, entre ellos”. Otra de las claves graciosas aconteció en Francia: “Un bajo que teníamos que bebía bastante se metió en un confesionario y se quedó dormido. Y nosotros buscándole por toda la iglesia y ¡no había quien le encontrara!”. Jesús Ormaza, otro de los de siempre, recuerda, de otro de los conciertos internacionales de Biotz Alai, esta vez en Venezuela, la bronca que le echó un tenor famoso del grupo al verle con un gran puro -todavía hoy los sigue fumando-. “Esto me calienta la voz”, se defiende. Mario, Jesús y Javier Urrutia son los miembros de la plantilla actual que asistieron a los inicios líricos de este Biotz Alai, cuyo telonero en el tiempo fue el coro parroquial de la iglesia San Nicolás de Bari desde 1923.
Este aniversario redondo de la agrupación getxotarra invita a una retrospectiva, pero sobre todo, a mirar hacia el horizonte, a lo lejos, hasta otro medio siglo, si cabe. Así lo hacen las cabezas de Joseba Landa, presidente; Juan Ignacio Roscales, vocal de la Junta; Ricardo Martín Ariño, miembro del comité organizador del 50 aniversario; y Juanlu Díaz-Emparanza, director musical, de solo 25 años. “Sí, éste nos tiene firmes a un grupo de 56 hombres que tiene una media de edad de más de 55 años”, asegura, entre risas, Juan Ignacio. Pero entre los coralistas también hay un chico de 22 años, “que tiene más pinta de que le guste el heavy-metal que de coralista...”, bromean. Este estudiante de Medicina debutó el pasado domingo y viene pegando fuerte. Y es que, precisamente, por ahí, por “atraer a la juventud” van los retos de esta formación histórica.
Las voces jóvenes “En la Junta Directiva estamos reflexionando sobre cómo seguir otros 50 años. Tenemos un plan estratégico elaborado y hay que trabajarlo. Debemos captar a gente joven. Y tenemos ideas porque al lado de la sede está la escuela de música. También tenemos un director joven que puede servir de ejemplo...”, describe Juan Ignacio. Justamente, Juanlu añade otra línea maestra: “Vamos a ir renovándonos en el repertorio para acercarnos a los jóvenes, que no piensen que es algo serio, porque cantar es divertido”.
Juanlu estudia Dirección de Coros en Musikene, en Donostia. “Desde niño he cantado en coros, llevo el 75% de mi vida cantando, tocando el piano y ahora dirigiendo”, cuenta. Su designación como director para Biotz Alai ya fue “un revulsivo”, como admiten en la junta directiva, de cara a empezar a rejuvenecer la filosofía del colectivo. Los veteranos destacan “su capacidad de liderazgo” y él está muy contento con su papel. “Es una responsabilidad enfrentarte a 55 tíos en un espacio no muy grande, del que no puedes escapar...”, suelta con gracia.
Por otro lado, el presente de esta agrupación es muy saludable. “Somos un coro con mucha actividad durante todo el año. Venimos a superar las 45 actividades, desde bodas para las que nos contratan a empresas que te llaman para convenciones y, por supuesto, fiestas de Getxo: el Corpus, San Lorenzo, San Ignacio... Y, luego, tenemos conciertos grandes también”, repasa el presidente, como el que protagonizaron ayer junto a la dulce y triunfadora Anne Etchegoyen, con el que abarrotaron la plaza de Algorta, que luce el nombre de Biotz Alai.