Bermeo - Dicen los arrantzales que cuando están en alta mar, las gaviotas les avisan de que la tierra está cerca y que pronto estarán en casa. Pero para la gente que está en tierra firme, las aves más típicas de los pueblos de costa no causan la misma satisfacción llegando, incluso, a ser molestas. Por ello, para controlar su población, durante el mes de mayo diferentes localidades vizcainas comenzarán con la campaña de retirada de nidos de gaviota.

En las últimas décadas localidades como Bermeo, Mundaka o Lekeitio suelen controlar el número de estas aves que anidan en los tejados de sus edificios. Estas colonias urbanas generan a la población molestias en forma de ruidos, suciedad, deterioro de edificios y vuelos intimidatorios. Al disponer de toda la comida que necesitan, sumado a su protección como especie no cinegética y la perdida de miedo a la presencia humana, hacen que sus poblaciones se incrementen rápidamente.

Los láridos o gaviotas, como son conocidos vulgarmente, son una familia de aves del orden Charadriiformes. Estos animales se alimentan de todo aquello mínimamente comestible que pueden encontrar: gran variedad de animales marinos, vegetales, insectos, carroña, pájaros pequeños, huevos de pájaros (tanto de otras especies como de la suya propia), pollos, ratas, etc. A la hora de cazar, si sus presas aún están vivas, suelen agarrarlas con el pico y dejarlas caer desde un alto.

Las campañas para el control que llevan los diferentes consistorios costeros consisten en asistencia domiciliaria para los vecinos que previamente suelen llamar al ayuntamiento solicitando su intervención. También suelen actuar en aquellos otros inmuebles en los que se detecta la presencia de nidos de gaviotas, aunque no haya habido avisos previos por parte de los ciudadanos, siempre y cuando permitan el acceso. Euskal Falcon es una empresa bilbaina que se dedica al control de plagas de aves mediante cetrería, sistemas de captura, materiales repelentes para posaderos, etc. Ellos se encargan en muchas de estas localidades del trabajo de retirada y para ello localizan “los diferentes nidos” y realizan “un censo”, según sus responsables.

Cada puesta de las gaviotas suele contabilizar tres o cuatro huevos y el periodo de cría comienza aproximadamente a principios de mayo y termina a finales de julio. Esto significa que durante esos meses es posible encontrar puestas, por lo que suele ser el periodo que dura la campaña de retirada. Desde Euskal Falcon detallan que tras el primer censo, “esperamos diez días y después comenzamos con la retirada”. Es un trabajo arduo porque al de un mes deben de volver a realizar la misma operación, ya que “el 70% de las aves vuelven a criar por segunda vez”. Antiguamente se pinchaban los huevos uno a uno, con lo que así moría el embrión y aunque retirar los nidos es un trabajo más laborioso, también es más efectivo.

Retirada de huevos Asimismo, es posible que al acudir a un edificio se encuentren que el nido está construido pero las gaviotas todavía no han puesto huevos. Si lo retirasen, al día siguiente lo construirían de nuevo y pondrían los huevos otra vez. En esta situación, lo más recomendable suele ser esperar unos veinte días aproximadamente para asegurarse de que la madre ha puesto los dos ó tres huevos de costumbre.

El material de los nidos, de origen vegetal principalmente, así como los huevos, es depositado en contenedores de basura. En Bermeo, en el caso de encontrar pollos, suelen trasladarlos al centro de Recuperación de Fauna y Flora Silvestre de Gorliz. No obstante, lo ideal suele ser actuar antes de que los huevos eclosionen, para no dar lugar a posibles nacimientos.

En conclusión, no se puede acudir a un edificio a principios de temporada y no volver, porque las gaviotas realizan hasta dos y tres puestas. Durante las intervenciones es probable que se localicen otros inmuebles cercanos que tengan nidos indetectados hasta el momento. En ese caso, se trata de localizar a los propietarios para pedir acceso y retirarlos, por lo que se sumarán a los avisos del Ayuntamiento.

“El mayor problema que suelen presentan las gaviotas es que son muy longevas”, apuntan los de Euskal Falcon. Este trabajo conlleva un plus de peligrosidad ya que los operarios trabajan la mayor parte en tejados y zonas de difícil acceso. Todo ello, hace que el servicio se encarezca y solo se haga uso de las campañas de retirada en casos donde las quejas vecinales son notorias.