Los socios de Batz ratifican el despido del hombre que puso una cámara en el vestuario
El 93% de los cooperativistas rechaza el recurso presentado por el trabajador
IGORRE - La Asamblea de socios de la cooperativa Batz de Igorre decidió ayer no admitir el recurso que presentó el imputado por haber colocado una cámara en los vestuarios de mujeres de la planta.
Tal y como supo ayer DEIA, de los más de 500 cooperativistas que estaban llamados a la asamblea de socios, el 93% desestimó el recurso que presentó el implicado ante la sanción de expulsión interpuesta por el consejo rector tras descubrirse el dispositivo. Fuentes de Batz concretaron ayer que fueron 448 votos en contra y 28 a favor de admitir este recurso.
Por lo tanto, el ya ex trabajador de la planta de Batz en Igorre, que responde a las iniciales G. I. será expulsado definitivamente de la empresa. En la asamblea, a la que asistió, el igorretarra expuso sus argumentos ante los demás cooperativistas y después, mediante el voto secreto, los socios decidieron si aceptaban o no el recurso.
La participación de los socios llegó al 95%. El portavoz autorizado de Batz declaró ayer que “se han respetado todas las fechas que marca la Ley de Cooperativas de Euskadi”. Además, el recurso presentado por el imputado por la Ertzaintza es también un derecho que tiene todo socio de una cooperativa ante una expulsión, tal y como recoge esta ley.
El portavoz también recalcó que la expulsión en marzo por parte del consejo rector se debió a que G. I. cometió dos faltas graves, una además, en relación al protocolo por acoso sexual y ataques de origen sexista que tiene la cooperativa. El hombre, de 43 años colocó una pequeña cámara en los baños de un vestuario de mujeres y fue una de ellas la que descubrió el aparato.
tOLERANCIA CERO Después de lo sucedido, cinco trabajadoras de Batz que se encontraban en el vestuario en el momento en que descubren la cámara denunciaron a G. I. por vulneración del artículo 197 del Código Penal que hace referencia al derecho a la intimidad de las personas.
La Policía vasca identificó a esta persona al aparecer su rostro en esta grabación mientras instalaba el aparato. Él mismo declaró que no captó imágenes de sus ex compañeras de trabajo, pero el grave suceso ha llevado a que los socios tomasen ayer la decisión de no admitir su recurso. “En este empresa tenemos tolerancia cero ante este tipo de actos”, señaló el portavoz de Batz, quien también aclaró que ayer, “se votaba a favor o en contra del recurso, no de la expulsión”, aunque indirectamente así sea.
La cooperativa Batz supone uno de los motores económicos del valle de Arratia. El portavoz quiso resaltar ayer “la profesionalidad de esta empresa “ y la de sus trabajadores.
Desde diciembre del pasado año se han registrado ya dos casos más de este tipo, además de este en Igorre. El primero en los vestuarios femeninos de Fadura y el siguiente, en Azpeitia, a principios de enero.