La deposición de cenizas constituye un acto tan íntimo que en muchas ocasiones los allegados suelen acudir a algún rincón especial en la vida del fallecido para esparcirlas. Esta manera de actuar se viene imponiendo de un tiempo a esta parte sobre la más tradicional enterramiento. El año pasado, Bilbao Zerbitzuak, la sociedad municipal que gestiona el cementerio de Derio, registró 1.424 inhumaciones frente a 769 inhumaciones. Casi el doble. El vertido de cenizas procedentes de la cremación puede realizarse de manera libre, respetando eso sí las normativas aplicables en los lugares destinados a ello. Para responder a esta tendencia, los bilbainos tienen a su disposición desde ayer un espacio donde celebrar en la intimidad esta despedida de familiares y amigos fallecidos sin abandonar el corazón del cementerio de Derio.
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