Dima - Alejado de los terrenos de juego del fútbol profesional desde hace cuatro años, la vida de Luis Prieto Zalbidegoitia (Dima, 1979) transcurre hoy entre Gasteiz y Dima. En la capital alavesa afronta la recta final del grado en Ciencias de la Actividad Física, donde, según bromea, es “más viejo que los profesores”. En el valle de Arratia disfruta de sus dos hijos, se mantiene en forma y no da dos pasos sin pararse a saludar. En su localidad, de 1.400 habitantes, vivieron con auténtica ilusión sus seis temporadas en el Athletic, el equipo de sus amores, y se ve a la legua que le aprecian. Ese afecto es mutuo, y el que fuera central rojiblanco se muestra encantado con la idea de ejercer de anfitrión en su pueblo.

El programa de ETB-1 ha popularizado el dicho ‘Herri txiki, infernu handi’, ¿está de acuerdo?

-En mi caso ha sido al contrario, de infierno nada (risas). Es cierto que nos conocemos todos, pero eso ha sido algo que me ha ayudado cuando he estado jugando en el Athletic o en otros equipos. Venías a Dima y casi ni hablabas de fútbol. Eso en el deporte de alto rendimiento está muy bien, ya que la presión es muy grande.

Se desplaza desde Dima a Gasteiz para estudiar en la UPV/EHU, ¿cómo es la vida del Luis Prieto universitario?

-Sigo viviendo en Dima con mi familia y estoy ya en cuarto de carrera. Al principio se me hizo duro colgar las botas y entrar en la universidad con 33 años, pero creo que estoy muy integrado y disfrutando.

Cuando jugaba en el Athletic también eligió seguir viviendo en Dima. Es de suponer que enseñaría el pueblo a muchos compañeros. ¿Qué les parecía?

-Es curioso, porque a la mayoría les daba la impresión de que estaba lejísimos. Muchos vivían por la zona de Sopela, y cuando les proponía hacer alguna comida o cena en Dima parecía que estaba a hora y pico. En plan vacile me decían que vivía en el monte. La verdad es que a Lezama tardaba lo mismo que quienes vivían en Uribe Kosta. Aquí estás a media hora de Bilbao, con la ventaja de que es una pasada la calma que se disfruta.

¿Y una vez que venían?

-Les gustaba, por supuesto. Si te gusta la naturaleza, estar rodeado de montes, te gusta Dima. Se respira naturaleza y tranquilidad. Hemos hecho comidas y, por supuesto, les ha gustado. Cuando he vivido en ciudades como Valladolid, por ejemplo, es cierto que tienes la ventaja de tener todo a mano y se vive muy bien, pero no tienes esa calma. A mí me gusta ir a correr por lugares en los que solo oigo naturaleza, y eso en la ciudad no lo tendría, aunque estoy seguro de que también estaría contento viviendo en Bilbao. Buscaría la parte positiva.

¿Qué llevaría a ver a un excompañero que le viniese a visitar?

-Visitaría, por un lado, el casco urbano y el patrimonio histórico a nivel de iglesias o torres, y, además, haría un recorrido más por la naturaleza. Le llevaría a los barrios de Oba, Artaun y, por supuesto, al parque natural de Urkiola, que en parte pertenece a Dima, y a las cuevas de Baltzola, una zona de mucho interés. En Dima somos pocos, pero nivel de extensión es un municipio muy grande y con muchas cosas para ver.

¿Ha cambiado mucho respecto al pueblo que conoció de pequeño?

-Se han hecho algunos pisos y ha venido gente nueva, pero ha mantenido su esencia. Lo que más recuerdo de cuando era niño son los veranos. Hasta los 8 años viví en Durango por el trabajo de mi padre, pero como mi familia es de aquí, venía cada fin de semana y pasaba todo el verano en Dima.

¿Y cómo eran aquellos veranos?

-No parábamos. Salíamos a las nueve de la mañana de casa con la bicicleta, el balón y la pala o raqueta, aunque también jugábamos a mano. Cuando teníamos calor íbamos al río, al Indusi, luego volvíamos al frontón e íbamos a casa únicamente para comer. Después volvíamos a la carga, íbamos a las cuevas de Baltzola... Tengo un recuerdo impresionante de los veranos en Dima.

Como padre, valorará esa tranquilidad para su familia...

-Claro, Dima es un pueblo perfecto para una familia. No tienes que estar pendiente de coches, estás a media hora de la ciudad y vives en plena naturaleza.

Ex jugador del athletic y estudiante de ivef