lA soledad es, en casi todos los órdenes de la vida, una extraña e indeseable compañera, pero lo es más si cabe en la enfermedad. Por desgracia, hay quienes pasan en solitario por el trance de estar ingresados en el hospital, sin una mano que les acaricie, sin nadie que les de palabras de aliento y, contra todo eso, lucha la asociación Acompaña Laguntzen, entidad de voluntariado que trabaja desde hace año y medio para evitar que las personas estén solas mientras están ingresados. “Vimos la necesidad de establecer un servicio de este tipo porque había bastantes pacientes que estaban solos en el hospital porque no tenían a nadie o la familia no podía atenderles”, explica María Rosa Quintana, presidenta de este colectivo.
Por ello, se pusieron manos a la obra con el objetivo de dar forma a este proyecto que, en los últimos 18 meses, no ha hecho más que crecer y lo que comenzó como una iniciativa aplicable a solo algunas secciones del hospital de Cruces, ahora se ha trasladado a todos los potenciales pacientes de este centro, el hospital de San Eloy y están “en conversaciones para poder dar en el hospital de Basurto un servicio de este tipo”, señala Quintana. Su único propósito es acompañar a aquellos que están solos, animar, dar conversación, una caricia. “Nuestra labor se centra en acompañar, no podemos hacer ninguna otra labor y una de las cosas que marcamos como fundamentales es no interferir, en ningún caso, en la labor del personal facultativo”, explicó Quintana.
Con esas bases, este proyecto que ya tiene versiones similares en otros puntos del Estado como, por ejemplo, Castilla y León, busca crecer, ir calando en la sociedad vasca, tanto entre los propios centros hospitalarios como entre la ciudadanía para que trabajen como voluntarios. “Es una labor muy valiosa la del acompañamiento. Se puede acompañar de muchas maneras, desde dando conversación al enfermo, pasando por escucharle o hacerle una simple caricia. Así los pacientes están mucho más contentos y animados”, indicó la presidenta de Acompaña Laguntzen. Estos servicios de acompañamiento serán exclusivamente diurnos, ya sea en horario de mañana o de tarde y deben de solicitarse a través de los servicios médicos, en este caso, tanto del hospital de Cruces como del de San Eloy. “Nos gustaría animar tanto a los propios pacientes como a sus familiares a que se dirijan a los médicos y soliciten este acompañamiento. Tenemos , de momento, voluntarios como para atender a mucha gente”, explicó Quintana.
Buena acogida
Hasta el momento, la acogida de esta iniciativa está siendo “muy buena”. “Los vascos somos gente solidaria y se está demostrando. Estamos teniendo una gran respuesta, hay mucha gente que quiere hacerse voluntaria”, indicó Quintana. A la hora de referirse al perfil de las personas que, hasta la fecha, se han acercado a Acompaña Laguntzen interesándose en ser voluntarios, desde la asociación se precisa que “hay de todo es un perfil muy heterogéneo. Hay jóvenes, mayores, hombres, mujeres... El voluntariado atrae a todo tipo de gente”. Esta asociación quiere crecer, dar cada vez una mayor cobertura y, para ello, necesita contar con un nutrido grupo de voluntarios que le permitan llegar a todas aquellas personas que precisan de compañía hospitalaria. Acompaña Laguntzen sigue buscando personas, voluntarios que ejerzan de acompañantes en la enfermedad.