Ea - Empezaron en diciembre, pero los vecinos de Bedarona, en Ea, han reclamado hace escasas fechas la “suspensión cautelar inmediata” de las obras que el Consistorio está llevando para reurbanizar el barrio. Hasta siete son los motivos esgrimidos por los habitantes del enclave, si bien entre las razones aportadas destacan la desaparición de dos accesos peatonales para crear uno solo o la seguridad vial que, a su juicio, se verá afectada “con el evidente riesgo de atropello” en la carretera vial que divide la barriada en dos. Portavoces del colectivo han asegurado hacer recabado “más de setenta firmas” contra un plan municipal que desde el Consistorio, a pesar de las dificultades que entraña, están “abiertos a solucionar”.

Los vecinos han acudido recientemente a la Diputación, a la que presentaron una batería de siete mejoras. Accesos peatonales -con las eliminación de dos de ellos “sustituyéndolo por un paso de cebra a escasos 5,5 metros de la curva del frontón”-, la situación del parque infantil -con un futuro acceso directo a través de rampa al vial, “con el peligro que conlleva”-, el roble de Bedarona, el frontón, el acceso a las viviendas o al frontón, o el cierre de las escaleras del bolatoki fueron algunos de los aspectos analizados de unas obras que “van a hacer desaparecer los accesos que había desde siempre”. El documento hecho llegar a las instancias forales también detalla las mejoras que “habría que hacer”. “Estamos a tiempo de realizar nuestra aportación y que el Ayuntamiento mueva ficha para introducir las modificaciones propuestas”, han agregado desde un colectivo que ahonda en que mostrará “una mano tendida” con la administración local, si bien tampoco descarta la idea de organizar movilizaciones como un corte de carretera.

Mano tendida también parece que tendrá el Consistorio. Así lo apunta, al menos, la alcaldesa, Iratxe Arriola. Puestas en marcha las obras -enclavadas en la mejora del saneamiento del núcleo rural-, la inversión asciende a 177.000 euros. “Evidentemente, eso es mucho dinero para Ea”, incidió sobre un proyecto que viene de atrás. “De hace dos años, que es cuando arrancó su diseño”, rememoró. Realizados los trámites necesarios -adjudicación de obras inclusive-, “y llevada a cabo una reunión con los vecinos en la que les expusimos cómo se iban a desarrollar, no hubo ninguna queja y se dio por bueno”. También por parte de la Diputación. Motivada la eliminación de algunas barreras arquitectónicas en favor de la normativa de accesibilidad, Arriola expuso que “no estaríamos en contra de realizar modificaciones, desde luego que se estudiarán”. Sin embargo esa solución no está exclusivamente en manos de la administración que dirige. “Para eso tenemos que hablar con la empresa que ejecuta la obra y la Diputación”, según apuntó.