Bilbao blinda el Casco Viejo para evitar la saturación de hostelería
La parte histórica se divide en cuatro zonas con limitaciones de apertura de establecimientos
BILBAO - El Ayuntamiento de Bilbao está buscando el equilibrio de actividades en el Casco Viejo para lograr que la parte antigua de la villa mantenga su carácter comercial, seña de identidad en Bizkaia y también en el resto del Estado. Para ello ha definido cuatro zonas (Catedral, Ribera, Somera Iturribide y Esperanza-Sendeja) y cuatro espacios especiales (Plaza Nueva, Unamuno, Muelle Marzana y La Naja) que tendrán unas limitaciones a la apertura de determinadas actividades, entre ellas la hostelería, en función de la densidad que soporten. Ayer, el concejal de Planificación Urbana del Ayuntamiento de Bilbao, Asier Abaunza, informó de la propuesta al Consejo Asesor de Planificación. “Con estas medidas buscamos equilibrar la actividad de todo el Casco Viejo”, señaló.
La presentación de estas modificaciones al Consejo Asesor de Planificación es el inicio del recorrido administrativo para que antes de septiembre el pleno apruebe la modificación del Plan Especial del Casco Viejo y entren en vigor las limitaciones que preserven la entidad comercial del Casco Viejo. Así lo explicó ayer Abaunza, que agradeció “la colaboración de la asociación de comerciantes del Casco Viejo, la asociación de hostelería de Bizkaia, así como de Bihotzean para consensuar las medidas.
Tras la apertura de un proceso de reflexión el pasado mes de septiembre, que supuso la suspensión de la concesión de licencias por el plazo máximo de un año para la apertura de nuevos locales de hostelería, “el Ayuntamiento de Bilbao junto a Surbisa ha realizado en los últimos meses un estudio pormenorizado de la implantación de actividades en el conjunto del Casco Viejo -con especial atención al núcleo central del mismo- delimitando diversas zonas de intervención en función de sus características y del modelo de actividad predominante en cada una de ellas” explicó Mikel Ocio, director del Área de Planificación Urbana. Es decir, se zonifica en función de si se trata de un espacio eminentemente comercial o predomina la hostelería o si hay confluencia de otras actividades.
Así, se ha delimitado la zona 1, correspondiente al entorno de La Catedral, como entorno proclive a favorecer el comercio; las zonas 2 Ribera, zona 3-Somera Iturribide y zona 4-Esperanza-Sendeja se califican de carácter más hostelero y la zona 5 que engloba Atxuri, La Cruz y Solokoetxe con actividad variada.
Se han concretado las densidades máximas de actividades que se pueden permitir en función de los ratios de número de establecimientos totales por cada 100 metros de calle.
En consecuencia, la nueva normativa urbanística establecerá la exigencia de respetar distancias para la implantación de establecimientos de hostelería salvo en los que no se permite la venta de alcohol como degustaciones, zumerías o heladerías y los restaurantes sin barra y txokos; entidades de crédito y agencias de seguros, actividades de juego y recreativas y alimentación en régimen de autoservicio. La exigencia de distancia entre estos usos variará en base a la densidad del número de este tipo de negocios ubicados en cada zona, pudiendo ser de 25 o de 40 metros, en el caso de la hostelería.
Agotada la densidad Además, las calles que tienen una alta densidad de establecimientos se considera que han agotado ya su capacidad de acoger nuevas aperturas. En la zona 2 se produce esta circunstancia en las calles Ribera, Nueva, Jardines, Santamaría, Merced, Pelota, Perro, La Torre, Barrenkale y Barrenkale Barrena donde en más del 40% de los locales hay bares.
En la zona 3 ocurre lo mismo en las calles Ronda, Somera, María Muñoz, Iturribide y Prim con un nivel de concentración de bares cercano al 40% del total y en la zona 4 en las calles en las calles Esperanza y Sendeja, junto a la Plaza Ernesto Erkoreka con un nivel de concentración superior al 33%.
El estudio establece además cuatro espacios singulares que, por sus especiales características permitirían una mayor densidad de locales de hostelería que son la Plaza Nueva, Plaza Unamuno, muelle Marzana y La Naja. No obstante, tanto la Plaza Nueva como la Plaza Unamuno concentran en la actualidad un número de establecimientos de hostelería -más del 66% en el primer caso y del 45% en el segundo- superior a la mayor densidad autorizada, por lo que se considera que su capacidad de acoger nuevos establecimientos de hostelería está agotada, lo que implica que no se admitirá tampoco la apertura de nuevos locales de este tipo en estos entornos.
Por otro lado, se prohibirá la apertura de establecimientos de hostelería en locales con fachada a calles de menos de 5 metros de altura. Con ello se persigue mantener los cantones del Casco Viejo. La nueva regulación permitirá el traslado de actividades de hostelería de todas estas calles, renunciando a la licencia, a otras zonas del Casco Viejo, aun cuando incumplan las exigencias de distancia vigentes para favorecer con ello un mayor equilibrio de usos.
Quedan exentas de estas limitaciones el comercio, la alimentación personalizada, pequeñas actividades artesanas, academias, talleres y aparcamientos y trasteros.