Bilbao - La realidad supera con creces la ficción. Los agentes del aeropuerto de Bilbao lo saben de primera mano. “Aquí vemos de todo, a veces, incluso tenemos que hacer de psicólogos”, reconoce a DEIA el teniente de la Guardia Civil de La Paloma.
“Nosotros estamos para hacer cumplir la ley y, entendemos que, a veces, los pasajeros se sientan dolidos o les moleste que les decomisemos cosas, pero nos limitamos a hacer lo que dice la Ley”.
El grupo de agentes no tienen dos días iguales. Y aunque a simple vista parece que la droga y el tabaco es lo más común a la hora de esconder bajo las ropas en la maleta, lo cierto es que se encuentran de todo; desde medicamentos chinos porque “se fían más de su sanidad que de la nuestra”, hasta carne podrida que portan como zona de cultivo “para comerse los gusanos que generan”.
“Sin duda, lo que más trabajo nos dan son los productos de origen animal. Por normativa sanitaria, a la Unión Europea no se puede traer ningún producto de este origen; ni carnes, ni lácteos. Está absolutamente prohibido”, expone el teniente. Sin embargo, muchos viajeros parecen no saberlo y “traen maletas cargadas de carne de vaca, de quesos...”. Ocurre, sobre todo, con los pasajeros procedentes de países latinoamericanos y también de China. “Hay muchísimos viajeros que vienen de Sudamérica con carne de mono y rata para consumir”, indica pero lo más extravagante es “encontrarnos con carne podrida llena de gusanos. Traen, de hecho, la carne para que se mantengan vivos los gusanos porque es lo que se comen”, declara. “A veces abrimos la maleta... y ¡qué hedor!”, dice con gesto característico.
No es para menos. Las costumbres de otros países y el desconocimiento de las leyes, provoca que muchas personas viajen incluso con un mono muerto en la maleta. “A veces viene el animal entero”. “Evidentemente, estas cosas no podemos dejarlas pasar; tenemos que decomisarlo”, asevera con rotundidad el mando.
Y en estos casos es donde la tensión esta servida por parte de los pasajeros. “Ha habido personas que incluso pataleando, se nos han tirado al suelo, histéricos... pero es que es la normativa. Actuamos en base a la legislación en materia sanitaria, tributaria, de protección de especies amenazadas...”, se justifica.
Medicamentos Podría resultar anecdótico si no fuese una escena que ya se repite con bastante frecuencia ante el scaner: maletas llenas de boticas y medicamentos. “Nos llegan muchas pastillas procedentes de China. Son viajeros procedentes de este país los que suelen traerlas para distribuirlo en la comunidad china porque ellos tienen otra cultura. Creen que sus medicamentos tienen determinadas propiedades que aquí no usamos y confían más en sus productos”, explica mientras muestra un cuarto repleto de maletas atestadas de pastillas, próximas para su destrucción. En 2015, la Guardia Civil se incautó de 826 kilos de medicamentos y comésticos en las 163 actuaciones realizadas respecto al decomiso de estos productos que trajeron pasajeros procedentes de países no europeos. “También suelen traer pájaros vivos, productos para el pelo, lenguas de pato... vemos de todo, no es solo droga o tabaco, lo que intentan traer es mucho más”, concluye.