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La emblemática ermita de Udiarraga, en Ugao, acogió anoche los Hemendik Sariak

La VIII edición de los Hemendik Sariak de Nerbioi-Ibaizabal reunió en la ermita de Udiarraga, en Ugao, a particulares, colectivos y empresas protagonistas de una labor que merece ser reconocida

La emblemática ermita de Udiarraga, en Ugao, acogió anoche los Hemendik Sariak

La singular ermita de Udiarraga en Ugao se quedó pequeña para acoger a algunas de las personas que con mayor tenacidad tiran de la comarca de Nerbioi-Ibaizabal. Este edificio del siglo XVIII vio desfilar ayer por su improvisado escenario a deportistas consumados, referentes de la cultura vasca, vecinos comprometidos con sus municipios o representantes de empresas que son buques insignias de la comarca. Todos ellos fueron premiados dentro de los VIII Hemendik Sariak que organiza DEIA en una gala que se convirtió en un homenaje a la constancia y la solidaridad.

El periodista Xabier Lapitz se encargó de conducir la gala e ironizó sobre la peculiar sensación que le producía dirigirse a los asistentes desde el altar de una ermita. Ekaitz Mentxaka ejerció de anfitrión como alcalde de Ugao, agradeciendo a DEIA su apuesta por la información más cercana, una seña de identidad. El director de este medio, Bingen Zupiria, recogió el elogio y, recordando la canción de Ruper Ordorika, remarcó la necesidad de cuidar aquello que se quiere, entre lo que en el caso de estas páginas está la información más cercana.

La gala reconocía la labor en Nerbioi-Ibaizabal mirando también al valle de Arratia y localidades ayalesas limítrofes como Amurrio, lugar al que se marchó el primer premio, dirigido a las cuadrillas. A partir de ahí los galardones, hasta 16, se fueron sucediendo. Entre los primeros premiados coincidieron dos empresas que nacieron en la misma época y a muy pocos kilómetros: Galdakauto -nacida en 1988 junto al Ibaizabal- y Forum Sport, cuya primera tienda abrió en Basauri hace un cuarto de siglo. También hubo un Hemendik Saria para Batz, uno de los motores de Arratia, surgida de un pequeño grupo de emprendedores y, hoy, con 14 plantas por el mundo. ¿El secreto? Según Ander Bilbao, presidente del consejo rector, su capital humano.

Probablemente también tuvo mucha influencia una característica que apuntó Ander Gorospe, en el momento de recoger el premio para Arratiako Ziklista Elkartea: “Salen tantos ciclistas de Arratia porque somos muy tercos”. A esa peculiaridad se le podría llamar también tenacidad o constancia. Otro de los premiados del valle, el ciclista Felipe Alberdi, de 85 años, podría hacer gala de ello. El Omenaldi Saria, uno de los premios más especiales, fue para otro ejemplo de constancia: el etnógrafo, antropólogo y euskaltzain de honor Ander Manterola. La asociación deportiva Joko Alai de Zeanuri fue la otra premiada de Zeanuri, y presumió de números: 500 socios entre 1.270 vecinos. Seguro que a esta agrupación le encantaría contar entre sus socios con el Bizkaia Saria: Mikel Urrutikoetxea, de nuevo ejemplo de humildad.

GurasoElkartea y UgaokoBidea fueron anfitriones y premiados, y estos últimos lo celebraron a lo grande con un gran sketch. Como ejemplo de constancia y de solidaridad fue premiado el Club de Atletismo Adaptado Javi Conde, otro de los momentos más especiales de la noche. Sus vecinos de la Asociación de Comerciantes de Basauri, otro de los premiados, se dejaron las manos aplaudiéndole. La solidaridad motivó también el premio a los organizadores del partido de fútbol solidario de cada nochebuena en Arrigorriaga. En el caso de Lidia Urraza, se premió a “la cocinera más querida del municipio”, y en el de la Plataforma Vecinal de Galdakao, su labor exigente en pos de la localidad.

Acompañaron a los premiados Aitor Esteban, portavoz del PNV en el Congreso Izaskun Landaida, Koldo y Luis Uriona, Jesús Chirapozu, Txus González, Kiriki y Carlos Atutxa, entre otros. Por parte de DEIA acudieron Kike Hermosilla, Carlos Basterretxea, Fernando Pedrosa, Josu Molinos, Iñigo Aspiunza, Itziar Leal, Joana Pérez y Susana Martín.