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Larraitz y Ugaitz, dos en la carretera

Esta pareja de Txorierri vive su afición por el motor compitiendo en rallys como piloto y copiloto De Zamudio y Lezama, son habituales en las pruebas que puntúan en el campeonato de Euskadi

Larraitz y Ugaitz, dos en la carretera

L. Gondra

Lezama - El rugido del motor, la carrocería brillante, el olor del asfalto, el inevitable tirón de la adrenalina. Son los elementos que componen la escenografía de una pasión. Ugaitz Basaras es un joven de Lezama que lleva años enganchado a los rallys. Le apasiona el motor. Le encanta este deporte. Y ha contagiado esa querencia a su pareja, Larraitz Etxebarria, de Zamudio. Tanto es así que hoy día compiten juntos, él como piloto y ella como copiloto. Ambos saben lo que es esa emoción que supone avanzar sobre las cuatro ruedas en plena carrera, en busca de esa marca que les haga cosechar triunfos.

Ugaitz y Larraitz son habituales en las competiciones que puntúan para el Campeonato de Euskadi, tanto de rally como de rallysprint. Este año iban a por el título de Euskadi de rally de su categoría, la clase 4, pero una avería mecánica les obligó a retirarse en la carrera disputada en Gernika a principios de octubre después de ir sextos en la general. Ahora optan al subcampeonato. Por otra parte, hoy mismo compiten en el rallysprint de Karrantza para el título de Bizkaia de la clase 4.

La cuestión es que ambos han decidido caminar juntos en esto de los rallys y el binomio al volante funciona habida cuenta de los resultados. A bordo de su Renault Clio Sport, están logrando marcas y, sobre todo, disfrutar de este deporte.

Fue Ugaitz el primero en sumergirse en esta disciplina, en parte a rebufo de su aita, que también competía. “Te empieza a picar el gusanillo”, narra este lezamarra. Además, Ugaitz estudió automoción, lo que también supuso un buen caldo de cultivo para amar este deporte. “Hice las prácticas en un taller por el que pasaban muchos coches que competían”, narra este joven. Fue en 2009 cuando se estrenó en una prueba, concretamente en la subida a Urkiola. “El primer año me centré en subidas y en rallysprint”, explica. Fue al año siguiente, en 2010, cuando se animó con el resto de competiciones. Así pues, fueron llegando los triunfos, como por ejemplo el obtenido en 2009, en el que se hizo con la Junior (pilotos menores de 25 años) en subidas del campeonato vasco. En 2010, junto con su por entonces copiloto, logró el tercer puesto en la Junior de Eskadi y se alzaron ganadores en la Junior de Bizkaia. Además, en 2011, junto al copiloto Jon Andoni Novelle, compitió ya en el campeonato vasco de rally y rallysprint, y se alzaron ganadores de la Junior en ambas modalidades.

Ugaitz no encuentra palabras para definir qué es lo que le gusta de este mundo del motor y los rallyes. “Me gusta la velocidad”, apunta. Además, disfruta cuidando de su coche, y es que, gracias a su formación y su profesión, se encarga de todo lo relativo al mantenimiento. Asegura que esta afición es un reflejo de la que existe en el valle por este deporte. “En Txorierri hay afición a los coches, hay muchos pilotos”, asegura.

Competir juntos Fue a finales de 2009 cuando Ugaitz y Larraitz comenzaron a salir juntos. “Venía a verle a las carreras... Y a sufrir”, explica Larraitz. En 2012 Ugaitz se quedó sin copiloto y fue Larraitz la que se animó a coger las riendas de la relevante labor de controlar los horarios y coger las pertinentes notas sobre curvas, baches y rasantes. “Se le da muy bien”, sentencia Ugaitz. “De hecho en la primera carrera que hicimos juntos, que fue en el rally de Gernika de 2013, quedamos octavos”, subraya.

“Me gustan los coches. Siempre me ha gustado ir a ver los rallys”, destaca Larraitz, que asegura que no se pone nerviosa a bordo del vehículo en las competiciones. “Nervios sientes antes de montar en el coche, antes lo paso fatal. Pero al empezar la carrera se me quitan”, explica. Destaca que ambos trabajan bien juntos a la hora de competir. “En las carreras nos apoyamos un montón”, resalta. Larraitz asegura que a bordo de un coche de rally lo que se siente ante todo es “adrenalina”, y pone el acento en que cada vez son más las mujeres que se sumergen en este deporte.