BILBAO. Tras un aurresku de honor junto a la estación inferior del funicular, el alcalde y el resto de autoridades han subido a Artxanda en el "funi" a las 12.20 horas, la misma hora a la que el 7 de octubre de 1915, hace exactamente cien años, se inauguró este transporte que enlaza el centro de Bilbao con una de las principales áreas de esparcimiento de la ciudad.
Ya en Artxanda, el alcalde ha destacado que el funicular "merece todos los honores, reconocimiento y cariño" porque "ocupa un lugar en el corazón de los bilbaínos" y constituye un "símbolo" de la capital vizcaIna, "de su pasado, presente y futuro".
Aburto ha "reivindicado" el funicular "por su historia, fuerza, belleza y por ser nexo de unión" entre la población de la villa, y ha destacado que este medio de transporte es un "elemento clave" para el turismo y para el plan de revitalización de Artxanda que quiere emprender el consistorio.
Ha hecho referencia a los tres momentos "dramáticos" vividos por el funicular a lo largo de su historia: el bombardeo de 1937 durante la Guerra Civil, el accidente ocurrido durante una reparación en 1976 en el que varios trabajadores resultaron heridos y las inundaciones de 1983 que lo dejaron sin servicio durante varios meses.
Tras significar que el funicular "superó todo eso" por el cariño de la ciudad, el alcalde ha expresado su deseo de que este medio de transporte cumpla otros cien años para seguir transportando a bilbaínos y visitantes hasta Artxanda, desde donde se tiene "la mejor vista" de Bilbao.
El concejal Alfonso Gil, coordinador de Políticas de Movilidad del Ayuntamiento bilbaíno, ha hecho alusión también al carácter "entrañable" del funicular y ha destacado que este medio "ha unido muchas cosas" en su historia, a "generaciones" de bilbaínos, y "debe seguir uniendo".
Gil ha explicado que a partir de hoy se inicia una semana de puertas abiertas, hasta el próximo día 12, con viajes gratuitos.
Junto a Aburto y Gil han asistido a la conmemoración concejales de todos los grupos del Ayuntamiento (PNV, PSE, EH Bildu, PP, Udalberri y Ganemos), además del exalcalde Ibon Areso, los diputados forales Ibone Bengoetxea y Vicente Reyes, antiguos presidentes del funicular, trabajadores y vecinos de la zona.
El funicular de Artxanda enlaza el monte del mismo nombre con el centro urbano de Bilbao en un viaje de 3 minutos y 33 segundos en el que recorre 770 metros para salvar un desnivel de 226 metros, con pendientes máximas de casi el 45 por ciento.
Cada uno de sus dos vagones, uno de subida y otro de bajada que se cruzan en medio del trayecto, tienen capacidad para 70 personas.
El "funi" transportó el pasado año a 613.706 viajeros y en los primeros meses de 2015 ha registrado un incremento del 16,33 por ciento.