BILBAO. El Ayuntamiento de Bilbao ha ordenado el cierre cautelar de dos locales ubicados en la bilbaina calle de Barrenkale por “infracciones graves”, una sanción que entrará en vigor mañana. De esta forma, uno de los locales ubicado en el número 11 tendrá que permanecer con la persiana bajada durante dos meses, mientras que en el caso del segundo local, llamado Modesto y ubicado en el 14, el cierre se prolongará durante un mes más, hasta finales de octubre. Con la suspensión de estos dos nuevos locales, ya son 20 los bares que ha clausurado el Ayuntamiento de Bilbao en lo que va de 2015 por diversas infracciones. De esos establecimientos, en la actualidad doce continúan con la persiana bajada mientras la sanción interpuesta por el Consistorio continúa en vigor. Tal y como aseguraron a este periódico fuentes municipales ayer, el cierre cautelar en seis de los doce que todavía continúan sancionados, se adoptó tras constatar la existencia de una infracción grave derivada de su funcionamiento como after hours o discotecas de horario matinal, sin contar con las licencias para ejercer dicha actividad.
Otras cuatro de ellos no respetaban los horarios de cierre y los dos últimos tenían infracciones graves relacionada con la seguridad de los clientes.
“¡Es muy loco pensar eso!”
De esta forma, estos dos últimos cierres se sumarán a dicha lista y tendrán que permanecer con la persiana bajada durante las próximas semanas si, finalmente, el Ayuntamiento procede al cierre mañana jueves. Ambos, según manifestaron ayer fuentes del Ayuntamiento, han cometido diversas infracciones graves, de acuerdo con la Ley 4/95 de Espectáculos y Actividades Recreativas.
Desde el Ayuntamiento aseguraron ayer que este local ofrecía espectáculos en directo con actuaciones de disc-jockey careciendo del título habilitado para ello y el establecimiento tampoco disponía de la autorización para posibilitar el baile como si de una discoteca se tratase. Algo que Jaime Rodríguez, propietario del negocio negó a DEIA de forma rotunda y tajante. “Es muy loco pensar que en un establecimiento de 70 metros cuadrados y que tiene sillas y mesitas se puede poner como discoteca. No es cierto, como tampoco lo es que ponemos a DJs. La única relación que tenemos con los ‘afters’ es como víctimas de estos locales, ya que tuvimos que dejar de abrir los domingos debido al mal ambiente que éstos generaban en la calle”, asegura Jaime. Desde el Ayuntamiento añaden además que “este bar cometió una infracción por rebasar el aforo autorizado, lo que se considera, asimismo, como otra infracción grave”.
La versión del propietario es diferente. Concreta que “esto sí que es raro. Se nos acusa de rebasar el aforo por 12 personas pero, ni tan siquiera desalojaron el local para contarlas, ni nada por el estilo. Tampoco se nos notificó la ejecución de dicho operativo”. Así mismo, Jaime Rodríguez asegura que “las propuestas de sanción que se nos imputan están en proceso de recurso por nuestra parte y éste aún no ha sido resuelto ni se ha determinado fecha de ejecución del mismo acta pertinente habitual en estos casos”. Por todo ello indica que habrá que esperar la respuesta de la judicatura para saber si en este caso el Ayuntamiento podrá proceder, o no, al cierre del local. “Esperamos que el juez sea más imparcial en este caso porque la decisión del Ayuntamiento nos parece desmesurada. Llevamos tres años y medio y nunca hemos recibido ninguna queja ni advertencia. Que nos quieran cerrar el local de sopetón es demasiado”, opina.
Firmas en contra del cierre
En esta línea Rodríguez también advierte que es un vecino el que “por asuntos personales” ha interpuesto varias denuncias a ambos locales. Sin embargo, “hemos recogido más de 500 firmas que apoyan nuestra actividad. ¿Qué es lo que pasa?”, se pregunta.
En el caso del segundo establecimiento situado en el número 11, fuentes del Consistorio detallaron que dicha sanción se ha impuesto por la comisión de dos infracciones: realizar espectáculos en directo (actuación de DJs) careciendo del título habilitado para ello y disponer el establecimiento para posibilitar el baile como si se tratara de una discoteca, “sin tener la correspondiente autorización”. Por todo esto, el bar deberá permanecer cerrado hasta el 23 de septiembre, aunque contra esta resolución cabe también recurso contencioso-administrativo.
Tras hacerse pública la noticia ayer, en las redes sociales se podían leer diversas opiniones en la que se destacaba que un vecino había sido el que ha denunciado la actividad ilegal de los dos locales. Sin embargo, esta cuestión quedó desmentida por parte del Consistorio y, de hecho, recalcaron que la decisión del cierre de ambos bares no se debe a ninguna denuncia vecinal. “El Ayuntamiento ha actuado por iniciativa propia”, concluyeron.