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Mañaria, a la espera de producir energía

La central hidroeléctrica, una de las más antiguas, empezó a funcionar en 1931 de manos de la empresa Mendizabal y ahora está pendiente del proceso de renovación de la concesión del agua para seguir produciendo electricidad

Mañaria, a la espera de producir energía

MAÑARIA - A las faldas del monte Eskubaratz, en Mañaria, se encuentra ubicada desde hace 83 años la central hidroeléctrica que fue construida por la empresa Hijos de Mendizabal para el autoabastecimiento de energía. La de Mañaria fue construida en 1931 con maquinaria suiza de lo más puntero de la época. Esta central llegó a tener una concesión de agua por un total de 126 litros por segundo, un permiso concedido por la Confederación hidrográfica del Norte, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente.

En el barrio de Urkuleta se encuentra la casa de Saltu. Su nombre le viene dado precisamente por el importante salto de agua que hacía posible generar energía limpia y que funcionó hasta 1975 bajo el mando de Hijos de Mendizabal. En 1981 volvió a echar a andar de la mano de Minicentrales Argi y estuvo en funcionamiento hasta el año 2007, fecha en la que caducó la concesión del agua.

La energía generada se vertía a Iberdrola, y aunque actualmente esta central está parada porque está pendiente del proceso de renovación de la concesión del agua, la intención es volver a ponerla en marcha.

Para hacer funcionar las turbinas de la central, el proceso empieza desde el monte Anboto, laderas de Urkiolamendi y el monte Seibi. Los pequeños arroyos que confluyen por todo este recorrido, aportan agua que carga la presa y que hace posible que la central funcione. Tiene una capacidad de 5.500 metros cúbicos de agua, una tubería de 45 centímetros de diámetro, y una longitud lineal de 560 metros, sumado a un desnivel en línea recta de 280 metros, da una presión de muy alta que genera una potencia total de 200 KW.

Minicentrales Argi, propietaria en la actualidad de la central de Mañaria, mostró sus ganas de seguir adelante “si es que se consigue la concesión en buenas condiciones”, señalan. “Porque hay más presión medioambiental en cuanto a concesiones de agua. Hay que respetar unos mínimos y eso implica que un porcentaje de agua siempre hay que echarlo al río”, añaden. Al encontrarse ubicada dentro del Parque Natural de Urkiola, exigirá adecuar la instalación a las condiciones medioambientales que dicte el parque. “Sería una pena no poder volver a ponerla en marcha. Este tipo de centrales no contamina nadan, no hay una energía más limpia que ésta”, señalaron. “Además hacer una nueva sería inviable económicamente, hoy en día no se podría soportar un coste así”, destacaron.

nueva familia Desde hace unos tres años una nueva familia cuida de las instalaciones de Saltu. Eduardo Bueno ha cambiado su pueblo, Palacios de la Sierra, de Burgos, por Mañaria. Junto a su mujer Idoia y los pequeños Nahia y Aimar, decidieron dar el paso y aceptar el nuevo reto que se les planteaba. Hacer de vigilante de una central hidroeléctrica que esperan poder ver en marcha. “Hemos venido con mucha ilusión, para empezar de cero. Vivimos en un espacio que está integrado en la naturaleza. Ni sobra ni falta nada. Sorprende ver cómo construían antiguamente sin los medios que tenemos hoy en día. Sería incomprensible dejar pasar una oportunidad de generar energía limpia”, señaló.