Cuidado: las focas grises llegan a la costa

Son unas visitantes que año a año se acercan a la costa vasca. Lo hacen empujadas por los temporales invernales, sobre todo de enero a marzo. Para muestra un botón: varios factores hicieron que el pasado llegara medio centenar de jóvenes ejemplares de focas grises a un litoral Cantábrico que ya las espera. La sociedad para el estudio y conservación de la fauna marina, Ambar, está preparada. Pero actualmente elabora un protocolo de actuación frente a la aparición de mamíferos marinos que, con Medio Ambiente de la Diputación Foral de Bizkaia a la cabeza, reunirá a diferentes administraciones. El propósito es dar una respuesta coordinada a la presencia de estos animales, que pese a parecer inofensivos “no hay que olvidar que son salvajes y pueden morder, generando heridas considerables”, apuntan desde el colectivo. La precaución debe ser la guía.

Algunos ejemplares de foca gris ya han surcado aguas gallegas durante las últimas semanas, si bien Ambar, que cuenta con una red de coordinación de varamientos en Bizkaia y Gipuzkoa, no tiene constancia de que ninguna haya arribado a Euskadi. Lo harán, no obstante, pese a que las cifras del pasado año fueron altísimas. “La media anual ha crecido exponencialmente, tanto en la costa vasca como la asturiana, la gallega y la francesa. Esto hace que las personas se acerquen en exceso, en muchos casos con conductas irresponsables, comprometidas para el animal y para la persona”, afirman.

El protocolo actualmente en elaboración por mandato de las Juntas Generales de Bizkaia será una pieza clave para atender a los mamíferos marinos que llegan a la costa vasca. En un principio tomarán parte las instituciones con responsabilidades en el litoral. A través de los Departamentos de Medio Ambiente y Agricultura -con su Base Gorria y el centro de recuperación de Gorliz- lo hará la Diputación Foral de Bizkaia; el Gobierno vasco estará representado por el Departamento de Medio Ambiente -y, especialmente, la Dirección de Puertos-, Sanidad y SOS Deiak; y, por último, la Dirección de Costas y la Autoridad Portuaria, participarían como órganos del Estado. La Cruz Roja también estará implicada.

“Se trata de dar una respuesta lo más coordinada y eficaz posible”, ha desvelado la responsable de varamientos de Ambar, Irantzu Maestre, sobre una herramienta que podría comenzar a aplicarse cuando la llegada de focas grises esté en pleno apogeo. “Resulta importante tener detectado el varamiento cuanto antes, porque así se puede atender de la mejor manera posible a un animal que llega a la costa”, ya sea en el caso de “delfines o ballenas que puedan estar a la deriva” como de mamíferos de menor tamaño con otro tipo de necesidades. “Cuanto más rápida sea, mejor será la respuesta”, avalan. Eso sí, “nuestra política es siempre interactuar lo menos posible con el animal. Así, si a simple vista el animal parece que esta en buenas condiciones, entenderemos que es un animal sano y que no precisa de nuestra ayuda”, han señalado.

Precaución Además del protocolo que están perfilando entre las instituciones, la sociedad ambientalista ha alertado de la necesidad de guardar las distancias con cualquier foca gris que se acerque a la costa, ya que incluso suelen llegar a descansar en tierra firme en los puertos. Desorientadas tras extraviarse de las colonias situadas al norte del Golfo de Bizkaia, además de llamar al 112 y a Ambar -en el caso de Bizkaia al teléfono 648.247.113-, resulta necesario guardar un espacio prudencial para no acosar al animal, permitirle una vía de escape al agua, no dejar que los perros se acerquen y, evidentemente, no tocar a los ejemplares -algunos llegan enfermos, deshidratados o tremendamente cansados- bajo ningún concepto. “Son animales salvajes, que tienen potentes mandíbulas, armadas con dientes cónicos que si se les acorrala, como defensa, pueden utilizar, provocando heridas que se infectan con facilidad”. El llamamiento a la precaución está lanzado.