Basauri - El equipo de gobierno ha propuesto al resto de partidos una serie de modificaciones a la ordenanza de animales de la localidad, unos cambios entre los que se prevé un endurecimiento de las sanciones para los dueños de animales que tengan conductas incívicas. Los propietarios de perros que abandonen excrementos en espacios públicos deberán pagar entre un mínimo de 100 euros y un máximo de 750, en función de la reincidencia o el perjuicio causado. Además, se introduce la obligación de llevar a cabo un curso de educación y adiestramiento para la obtención de la licencia de tenencia de un perro potencialmente peligroso.
Estas propuestas se enmarcan dentro del plan de mejora de la convivencia entre personas y animales de compañía que el Ayuntamiento puso en marcha hace unos meses. En ese contexto, el equipo de gobierno abrió varios cauces para recibir las aportaciones de vecinos y dueños de mascotas.
El Ayuntamiento entiende que es necesario endurecer las sanciones a quienes abandonen excrementos de animales en espacios públicos y se propone un incremento significativo de las multas. La actual ordenanza plantea sanciones de entre 30 y 300 euros. Con estas modificaciones, la cuantía dependería de la reincidencia o del lugar en el que se comete la infracción (en zonas de juegos de niños sería de máxima gravedad).
El nuevo texto regulador propuesto también plantea actuar con firmeza en el apartado de las obligaciones de los dueños de perros de razas calificadas como potencialmente peligrosas. Además del curso de adiestramiento, las multas por llevar un perro suelto se multiplican en el caso de este tipo de animales. En el caso de que el animal sea potencialmente peligroso la multa podrá ser de entre 300 y 2.404 euros.
Finalmente, se propone una reordenación de las zonas de esparcimiento canino, con el objetivo de adaptarlas a los cambios que se han producido desde la aprobación de la actual ordenanza hace casi 14 años.
El concejal de Bienestar Social, Asier Iragorri recuerda que esta ordenanza no solo regula los conflictos que pueden afectar a la convivencia, también pretende proteger el bienestar de los animales, garantizándoles una vida conforme a su propia naturaleza y unas atenciones dignas.