BBVA apoya doce proyectos solidarios elegidos por sus empleados en el País Vasco
UNO no puede ponerse siempre del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen, dicho sea sin señalar culpables. Eso es lo que se persigue en Territorios solidarios, una singladura con la que BBVA apoya doce proyectos sociales y solidarios elegidos por sus empleados en el País Vasco. Han empapelado una docena de historias que tienen mucha vida por delante con 120.000 euros que beneficiarán a 2.339 personas en su entorno. No es limosna, insisto, sino un pellizco en las nalgas de la justicia que nace en el área de Responsabilidad Corporativa de BBVA.
Hecho el escrutinio de los corazones de los empleados de BBVA en las tierras del norte, se desveló que estos laten con fuerza ante casos de discapacidad y la entrega a la atención de enfermos. Esta historia nos permite “democratizar la acción social del banco”, aseguraba ayer Jorge Sáenz-Azcúnaga, director territorial norte de BBVA, quien tomó la palabra para la bienvenida junto a Yolanda Martínez Bajo, directora comercial, y José Luis Bilbao, coordinador de la oficina de voluntarios. Amaya Porres, directora de Lagun Artean, y Yolanda García como madrina de ese proyecto, fueron otras voces de la tarde.
Así, se distinguió a la Asociación de padres de niños con cáncer de Araba, con el proyecto Calidad de vida para los niñ@s con cáncer de Álava; Berakah (Araba), promotor del programa Berakah-Residencia Ain Karem; la Asociación de Familiares y Personas con Enfermedad Mental de Álava, impulsora del Centro de Día para personas con enfermedad mental; el Hospital de San Juan de Dios de Santurtzi, con la iniciativa Acompañamiento integral en cuidados paliativos; Cáritas Diocesana de Bilbao, donde se gestiona el Centro de Día Etxepel; la Fundación Tierra de hombres-Gizakien lurra (Bizkaia), que activa su programa de atenciones médicas especializadas; la Fundación Miranda con el proyecto Sala sensorial: personas con demencia avanzada; la Asociación Española Contra el Cáncer (Bizkaia), tras la iniciativa Agurtuz. Atención a menores con familiar con cáncer; el centro Lagun-Artean, con los pisos de acogida de mujeres en situación de exclusión; la Fundación Gaztelueta que ampara el Máster Junior Think en Innovación y Emprendizaje; la Fundación Osatu, impulsora del piso de acogida urgente a mujeres solas con hijas, y el Hospital Aita Menni, allá en Gipuzkoa, con el proyecto Deporte adaptado en personas con daño cerebral. Doce corazones sin freno que se llevaron una escultura con tres manos -amarilla, roja y verde...- y un lema: Tu compromiso deja huella.
Los radares de la tarde Los radares de la tarde detectaron, en la sede de San Nicolás, una legión de nombres propios como los de Joseba Vidorreta, José Luis Marín y Kepa San Sebastián, en nombre del Hospital San Juan de Dios; Aranzazu Alonso y Jorge Olmo, dos fisioterapeutas de Aita Menni, acompañados por Clara Fraile,José Ramón Bustillo, Juan Mari Urcelay, Alberto Etxebarria y Gabriel Otalora. Marina González y Maite Garagarza, de la Fundación Síndrome de Down; Jon Lasa, Paz Alonso, Jokin Perea, Celia Gómez, Iñigo Echebarria, Carmen Iñarritu, Marta Alonso, Iria Fernández-Cañizares, Leire Vallés, Pablo Ramírez, José Manuel Mañú, Carlos Chávarri, Toño Alonso, Pilar Grados, Óscar Seoane, María Ángeles Martínez, Aitor Basabe, Juan Carlos Aranguren, María José Zabala y un buen número de gente involucrada en proyectos con alma, protagonistas tanto en BBVA como en las ideas ayer recompensadas.