Bilbao - Las plantillas de las empresas que ahora prestan el servicio de Bizkaibus han empezado esta semana a conocer los que serán sus nuevos puestos de trabajo y sus formas de actuar. El proceso de migración hacia el nuevo Bizkaibus, que se concretará en diciembre, se ha iniciado con los denominados planes de acogida por parte de las empresas ganadoras de las concesiones que gestionarán el nuevo servicio foral.
Las nuevas concesionarias heredarán a los empleados que ahora trabajan tanto al volante de los autobuses como en los talleres y despachos por una subrogación obligada en los pliegos del contrato.
Durante esta semana, los empleados que se van a mudar de empresa acudirán a las instalaciones, cocheras y oficinas donde trabajarán con el objetivo de conocer las particularidades de organización que las nuevas concesionarias podrán en marcha. Fuentes sindicales indicaron que “hay muchos trabajadores que van a tener que cambiar el chip ya que habrá cambios que tendrán que asimilar, por ello se lleva a cabo este plan de acogida”.
Hay que tener en cuenta que aunque la mayoría de las compañías de autobuses que ahora operan para Bizkaibus van a repetir en las nuevas concesiones, hay dos empresas que entran nuevas y otras cambian de comarca de actuación. Tanto para empleados como para empresas es un reto al que tendrán que adaptarse ya que la movilidad entre empresas va a ser importante. Así, por ejemplo, la unión de las empresas Alsa y Transitia, dos nuevas que se estrenan en Bizkaibus, operarán en la comarca de Busturialdea y recibirán cincuenta empleados de la compañía Pesa y un centenar de la firma Autobuses Vascongados. En Ezkerraldea, TCSA y Transitia, mantienen 250 de TCSA y asumen cien de la compañía Encartaciones.
En la comarca de Enkarterri, la concesionaria Encartaciones se nutrirá de cincuenta empleados propios y quince procedentes de Adnor, mientras que el contrato de Durangaldea, Arratia, Alto Nervión, contará con 200 empleados llegados de Pesa y 120 de TCSA. Finalmente, en los recorridos por Txorierri y Mungialdea trabajarán cien empleados de Autobuses Vascongados, la misma cantidad de TCSA y quince de autobuses de Lujua.
Por su parte, el consejo de gobierno foral aprobó ayer los planes de transición presentados por las concesionarias, lo que supone un “paso imprescindible” para la puesta en marcha del nuevo servicio, según indicó ayer el portavoz foral, Unai Rementeria. La importancia de este paso radica en que recoge todas las cuestiones relacionadas con la incorporación de personal, vehículos e instalaciones necesarias para el “correcto” funcionamiento de cada concesión.
Rementeria explicó que, a partir de ahora y antes de la firma definitiva de los contratos, “las cinco nuevas concesionarias deben presentar toda la documentación relacionada con los citados aspectos”, como autorizaciones de transporte, seguros, fianzas a depositar, seguros y la subrogación de trabajadores.