El Harley Eguna aparca en Güeñes cuatro años más

Güeñes - Tras encender los motores el año pasado, el Harley Eguna ha acelerado su consolidación con la presencia en núcleo urbano de Sodupe, Güeñes, de miles de personas que han llenado los alojamientos locales y de los alrededores. La implicación de comercios y vecinos junto con la “excelente disposición tanto del Ayuntamiento como de la Diputación Foral de Bizkaia”, según destacó el presidente del Harley Davidson Club de Euskal Herria, han llevado a la organización a confiar en el municipio encartado como sede del encuentro motero durante los próximos cuatro años. “Estamos encantados de ofrecer ese compromiso y de que la experiencia adquirida nos ayude a mejorar para las próximas ediciones”, celebró el alcalde, Koldo Artaraz.

Y es que la cita que congrega a aficionados de todo el Estado ha dado un salto de calidad que se ha traducido en impulso para el comercio y la hostelería hasta el punto de que “se generará un retorno económico diez veces superior a la inversión realizada”, según cifra el regidor. No solo los hoteles y casas rurales de la comarca han recibido a amantes de la mítica Harley Davidson procedentes incluso de Canarias. El rugido del motor también ha alcanzado Ezkerraldea y Bilbao. Además, no han desperdiciado la oportunidad de recorrer Enkarterri con parada incluida en el museo de Boinas La Encartada de Balmaseda, con lo cual “toda la zona se ha dado a conocer a un público sorprendido por su belleza, recursos turísticos y cercanía a Bilbao”, detalló el alcalde. “El Harley Eguna ha sido un exitazo por participación, calidad y retorno económico”, reiteró Artaraz.

En la txosna y el puesto de venta de pasteles y pan artesano instalados en la Herriko Plaza de Sodupe no daban abasto con los talos y bocadillos de chorizo para los clientes, vistieran o no la cazadora de cuero que identifica a los moteros. “Hemos estado a tope todo el día, se ha acercado mucha más gente que el año pasado”, contó ayer Ohiane G. Saratxaga, de la panadería del mismo nombre ubicada en el barrio de Artxube. “Es bueno animar el pueblo con este tipo de eventos, así nos conocen”, valoró.

Desde ahora se hablará de Güeñes también por haber acogido el primera campeonato estatal de constructores y customizadores de motos que cuenta con el respaldo de la Asociación de Constructores. Se trata de un torneo con un sistema de votación “inédito en Europa”. “Hemos querido implantar una mecánica lo más objetiva posible”, expresó el presidente del jurado, José Luis Sánchez. Acompañado por otros seis profesionales, examinó el medio centenar de motos participantes durante cinco horas y media. Los candidatos les explicaron el proceso para transformar las máquinas partiendo casi de cero. “Nos han vendido la moto, literalmente”, rió Sánchez. El jurado puntuó después en un cuestionario la ingeniería, funcionalidad, armonía, creatividad, fabricación artesanal y acabados de las motos aspirantes.

Rafael y Pablo Delgado, del taller madrileño Valtoron superaron con nota un examen que incorporaba una prueba de fuego: la moto debía arrancar. Este requisito descartó a otro firme candidato al triunfo. La Kawasaki que los vencedores -padre e hijo- bautizaron como La Bestia ganó el aplauso y ellos cambiaron felices casco por txapela.