Bilbao - Nerea es una niña que el año pasado jugaba al fútbol en Bilbao. Esta temporada no ha tenido tanta suerte; su club no ha podido mantener su categoría porque ha habido compañeras que lo han dejado y no han alcanzado la cifra mínima para poder competir. Nerea podría haberse llamado June, o Maider, o Iratxe. Es una persona ficticia pero su situación la viven cada año decenas de niñas bilbainas. Por ello, y con el objetivo de impulsar el fútbol femenino desde la base y garantizar así que todas las chicas que quieran hacerlo puedan seguir jugando, el Ayuntamiento de Bilbao y los clubes de fútbol femenino de la capital vizcaina han puesto en marcha una escuela de fútbol para chicas. “Es un proyecto que era necesario; los clubes han tenido, tienen y tendrán su importancia, pero en el fútbol femenino hacía falta generar un proyecto que aglutinara a todos”, explica Sabin Anuzita, concejal de Euskera, Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Bilbao.
La iniciativa nace desde la reflexión que de forma conjunta han realizado el Ayuntamiento y los seis clubes que disponen de una sección de fútbol femenino: Santutxu, Berriotxoa, La Merced, Itugarpe, San Ignacio y Begoñazpi-La Merced. “Veníamos detectando ciertas carencias en el fútbol femenino, que hacían difícil la práctica de este deporte con ciertas garantías entre las chicas de Bilbao”, reconoce Anuzita. Y es que, según explica José Luis Tormo, vicepresidente del club Begoñazpi-La Merced, “hay niñas que se tienen que ir a jugar a otras localidades por la falta de espacios céntricos y clubes que faciliten esta oferta con garantías de practicarlo”. En ocasiones, no resulta fácil mantener el número mínimo de jugadoras para que un equipo siga jugando en su categoría, por lo que este desaparece y el resto de compañeras se queda sin jugar. Ante esta situación, algunas niñas se incorporan a otros clubes de Bizkaia, donde encuentran la garantía de poder seguir jugando temporada tras temporada.
Con esta iniciativa, se pretende conseguir que las niñas que quieran practicar deporte no dependan de un club, que puede conformar o no una categoría. Anuzita reconoce que han puesto en marcha este proyecto con “muchísima ilusión”. La escuela es, en palabras de Tormo, un proyecto que “había que poner en marcha. Tiene que ser el futuro”. A través de esta escuela, se quieren sentar las bases para que el fútbol femenino tenga futuro en Bilbao. “El futuro no está en el deporte federado, sino en sentar una base sólida. Queremos que esas niñas que ahora no tienen opción de jugar en Bilbao, puedan hacerlo”, incide el responsable de Begoñazpi-La Merced.
La escuela nace con el objetivo de reunir a más de 400 jugadoras de fútbol, desde las niñas más pequeñas de 5 o 6 años a las que ya disputan partidos en categoría estatal. La escuela se desarrollará en el polideportivo de San Inazio, “un espacio bien comunicado”, los domingos por la mañana, de forma que sea compatible con la vida familiar y el resto de actividades extraescolares. “Estas niñas podrán venir a entrenar a la escuela y seguir jugando en sus clubes, no son actividades incompatibles”, explica Anuzita. “Al final, se trata de generar una masa de niñas suficientes para que la base sea sólida y no dependan cada año de llegar o no al número mínimo”, añade Tormo.