Los dinosaurios regresan al Karpin de Karrantza
El parque concluye la restauración de treinta reproducciones de grandes criaturas prehistóricas
Karrantza - Millones de años después de desaparecer de la faz de la tierra, los dinosaurios han resucitado en el Karpin Abentura de Karrantza. El parque ha concluido la restauración de treinta figuras de los populares depredadores y grandes mamíferos que siguieron a su extinción en las áreas denominadas Terrasauro y Gastornisland del centro de acogida de fauna silvestre propiedad de la Mancomunidad de las Encartaciones. Es un proyecto que ha llevado a cabo durante cinco semanas el equipo de seis expertos coordinado por el artista Ricardo González y ha costado 29.000 euros.
Los temporales del pasado invierno aceleraron el deterioro que sufrían las figuras de fibra de vidrio, poliéster, resina y silicona por permanecer al aire libre desde la inauguración de estas dos zonas temáticas en 2003 y 2004 con el objetivo de reforzar la labor didáctica del Karpin. “Estaban totalmente destrozadas, las hemos reparado casi por completo y también ha habido que cambiar dos cabezas”, señala Ricardo González, que en cuarenta años de trayectoria artística ha trabajado en Japón, Estados Unidos, Dinamarca, Francia, Marruecos, Alemania, Turquía, México, Italia, Noruega, Eslovenia, Polonia, Portugal, Uruguay, Brasil, Chile o Suiza.
Según señala González, las reproducciones de especies prehistóricas “requerirán un mantenimiento anual, porque es muy difícil luchar contra los efectos de la climatología”. Él y su equipo han disfrutado de su estancia en un parque “que no se puede comparar a nada que haya visto antes”. “El Karpin se encuentra en un paraje espectacular, es cercano y familiar y realiza una labor educativa increíble”, elogia.
El Karpin cuenta con tres áreas didácticas. En las recién restauradas Terrasauro y Gastornisland, “se muestran una representación de las criaturas del Jurásico y los grandes mamíferos que poblaron la tierra tras su desaparición respectivamente”, detalla Pedro Abad, responsable de Karpin Abentura. La tercera, Animalia, está dedicada a las especies vivas que encuentran una nueva casa en Karrantza tras ser decomisadas en el tráfico ilegal, cacerías al margen de la ley, granjas de cría cerradas o aquellas mascotas exóticas abandonadas por sus dueños que son trasladadas a Enkarterri para recibir una atención adecuada. Entre ellas, aves rapaces, cigüeñas, patos, gansos, hurones, mapaches, tortugas, iguanas, avestruces, panteras, osos o canguros, entre otros.
El recurso preferido
Abierto en 1995 en una extensa finca antiguamente propiedad de los Chavarri, una familia de indianos benefactora del valle de Karrantza -de la que se conservan un palacio construido en 1911 y la muralla de acceso al parque-, el Karpin lidera el ranking de los recursos turísticos más visitados de Enkarterri. “En 2013 pasaron por aquí unas 47.500 personas”, precisa Pedro Abad. Además, “ejerce de elemento tractor para desplazarse después a otros lugares de interés, como el Museo de Boinas La Encartada, el Museo de las Encartaciones, la colección de Rolls Royce de la Torre Loizaga o la cueva de Pozalagua”. Un efecto más evidente aún a raíz de la victoria de la cueva en el concurso de la Guía Repsol de 2013.