Alfredo Irusta reaparece en público tras la explosión que le costó una pierna
El exciclista rehusó hacer declaraciones sobre el almacén de obuses hallado en su casa de Muskiz
Galdames - Arropado por su familia, Alfredo Irusta reapareció en público ayer en Galdames tras la explosión de un obús que manipulaba en su caserío de Muskiz, a consecuencia de la cual perdió una pierna. “Estoy bien, con el ánimo de afrontar lo que ha pasado y la vida desde una perspectiva diferente”, declaró a DEIA, declinando entrar en más detalles sobre lo sucedido.
El exciclista y experto en la Guerra Civil ha tratado en lo posible de aislarse del eco mediático de los hechos y las posteriores revelaciones sobre los artefactos militares que guardaba en su casa del barrio de La Cadena. “No he seguido todo lo que se ha publicado”, reconoció.
Irusta acudió a la localidad encartada para recibir un homenaje de Centro de Documentación y Divulgación Trueba en reconocimiento a su labor de investigación sobre la memoria histórica de la comarca, en el marco del sexto Enkarterri Eguna. “Las asociaciones que participamos en esta jornada acordamos concederle este premio que entregamos cada año a una persona o entidad que haya distinguido por su defensa de la cultura de la comarca. Lamentamos la desgracia que ha sufrido recientemente”, afirmó el presidente del centro Trueba y organizador de la cita, Ricardo Santamaría.
Fue el pasado 14 de junio cuando la explosión de un obús ocasionó a Alfredo Irusta la amputación de una pierna. Los agentes de la Ertzaintza que se desplazaron a su caserío hallaron entre 300 y400 obuses en la antigua cuadra que utilizaba como lugar de almacén de artefactos relacionados con los primeros compases de la contienda civil, en concreto desde el estallido de la guerra en 1936 hasta la caída del norte. Fuentes cercanas a la familia afirmaron entonces a DEIA que todos los dispositivos estaban desactivados y el accidente se debió a la mala suerte.
El exciclista ha colaborado en varias ocasiones con la sociedad científica Aranzadi en la localización de fosas del periodo bélico, entre otros municipios, en Galdames, y también ha investigado a fondo las guerras carlistas. Por todo ello, ayer recogió el busto conmemorativo del escritor Antonio de Trueba. “Es fantástico que la organización haya pensado en mí. No creo que mi labor merezca este premio y no voy a decir nada más”, se excusó.