Areatza - El visón europeo es un pequeño animal al que le está costando seguir vivo. Este mamífero de la misma familia que la nutria, el tejón o el hurón, está en peligro de extinción por dos motivos: la lucha contra su pariente americano, especie invasora que coloniza Europa escapando de las industrias peleteras y la falta de hábitats naturales. Bizkaia, aunque bañada por decenas de ríos, riachuelos y afluentes, mantiene pocas riberas de forma natural. Para tratar de revertir esta situación, las obras que se hacen junto a los cauces vizcainos, intentan adaptarse a las costumbres del visón. Uno de estos proyectos se está ejecutando en Areatza, sobre el río Arratia.

Esta villa arratiarra había vivido hasta la fecha de espaldas al río. Su casco histórico de gran belleza contrastaba con la imagen que daba en su parte posterior llena de viviendas agrandadas sin ningún canon estético para colonizar todo el espacio hasta el mismo lecho del río. Entre este tapón y el puente Zubizarra, con su escasa capacidad hidráulica, cada vez que llovía de forma constante, el río amenazaba con desbordarse. "El objetivo de la obra, principalmente, es la sustitución de este puente por otro peatonal que no se asiente sobre el río, de un único vano, que deje pasar el agua y evite las inundaciones", explica Álvaro San Cristóbal, director de la obra financiada por la Agencia Vasca del Agua (URA). Esta pasarela permitirá el acceso de vehículos de emergencia.

Aprovechando los trabajos que esta sustitución implicaba, las máquinas han iniciado la mejora del entorno del puente. En total, se actúa en un radio de acción de 300 metros. Cuando concluya, los vecinos van a poder disfrutar de un paseo de ribera donde antes las casas se habían comido el espacio de servidumbre. "Nos hemos encontrado de todo, desde cuadras a almacenes", reconocen los técnicos de URA, que han liberado el terreno tal y como marca la ley. La obra además, estabilizará y protegerá los taludes de ambas márgenes del río, actualmente con peligro de que se produzcan movimientos de tierra. AL otro lado del río, URA recuperará el camino peatonal cercano al cauce.

No solo los mamíferos de dos patas podrán disfrutar de dar un paseo junto al agua. El visón europeo tendrá la posibilidad de volver a residir en este entorno. Para él se crearán unos corredores naturales por los que pueda surcar la zona. Y es que uno de los principales problemas del urbanismo en los ríos son las barreras que se levantan fragmentando el hábitat del animal.

Para que pueda volver a vivir en Areatza, la revegetación de los corredores será adecuada para ello. La obra además, se está adaptando al ritmo vital del visón. Así, a partir del día 15 hasta julio, algunas partes del tajo deberán frenarse debido a que este mes comienza la época de reproducción del habitante original del cauce. Es precisamente el cuidado del visón uno de los dos aspectos con los que se está encontrando URA en Areatza y que hace algo más complicado el avance de los trabajos.

Afección a la obra El otro problema que tienen los técnicos sobre el terreno son las crecidas del río. Estas se producen no solo por las lluvias torrenciales, sino por la afectación que sobre el Arratia tiene el embalse de Undurraga, en Zeanuri. Cada vez que este suelta agua, las máquinas tienen que escapar del lecho. El personal de la obra está en contacto continuo con los gestores de la presa. Por este motivo, este invierno la obra ha estado parada durante semanas.

"Desde que se iniciaron las obras no se ha podido trabajar ininterrumpidamente más de un mes. El proyecto comenzó a diseñarse sobre el terreno en septiembre y, a pesar de que el plazo de ejecución es de ocho meses, URA ya ha tenido que pedir permiso para extender los trabajos hasta mayo. No será esta la única prórroga que deban solicitar, tal y como adelanta San Cristóbal.

Además, las obras han eliminado una pila o antiguo paso no utilizado ya que subsistía en medio del cauce. Las máquinas harán los propio con el azud o salto de agua junto al puente que antiguamente daba servicio a una corteduría y se rebajarán los muros y macizos que se asoman al río para cederle el paso al agua. El fondo del río, por el contrario, no se tocará.

Saneamiento El que las excavadoras lleguen a pie de las casa tiene otra ventaja. Y es que pueden acometer la obra que mejore el saneamiento del municipio y evite que las casas que dan al río sigan vertiendo las aguas residuales al cauce. Unas nuevas tuberías engancharán esta zona de viviendas con la red de saneamiento que da servicio al resto de Areatza.

Para conectar el nuevo paseo de ribera con el centro del municipio a través de la calle Errukiñe, estaba prevista la construcción de unas escaleras en la zona más cercana al salto natural, donde se ha derruido una vivienda. No obstante, este proyecto está ligado al a construcción de un bloque de pisos que espera a mejores tiempos del sector inmobilario para ser una realidad.