Síguenos en redes sociales:

El juego, la mejor terapia en el nuevo gimnasio de Cruces

El renovado servicio de rehabilitación del hospital trata a 70 niños a diario

El juego, la mejor terapia en el nuevo gimnasio de CrucesJose Mari Martínez

Bilbao - Con mucho mimo, Oier Carranza coloca boca abajo a Naroa para ejercitar los movimientos de su cabeza que todavía, con ocho meses, no controla por sí misma. Es uno de los tantos ejercicios que este fisioterapeuta del hospital de Cruces realiza a la pequeña para que consiga coger poco a poco fuerza. Por el servicio de rehabilitación del hospital de Cruces pasan a diario 70 niños para ser tratados de un amplio abanico de problemas, relacionados todos ellos con la movilidad y el desarrollo psicomotriz.

Arantza Azuza acude con su pequeña Naroa tres veces por semana a esta terapia con el objetivo de ayudar al desarrollo de los movimientos de la pequeña. "Estoy encantada. La niña ha avanzado muchísimo. La gente es excepcional", confiesa la madre.

Ayer, el centro hospitalario presentó un renovado gimnasio lleno de colores y elementos infantiles con los que pretende combinar la terapia con el juego. "De lo que se trata es de hacer un poco más llevadero el día a día de los pequeños que vienen al hospital. Si lo conseguimos, nos damos por satisfechos", explican los profesionales del servicio.

Mientras que Oier ayuda a Naroa, en otra de las tumbonas, Mónica Eguren se empeña en corregir con delicadeza los problemas de cadera que tiene Laila, de tan solo 9 meses. Su amatxu, Leyre Alonso, no se quita de al lado de su hija para ver cómo la fisioterapeuta controla la fuerza con la que se mueve la pequeña. "Tiene una displasia de cadera y el objetivo de estos ejercicios es que no se le desencajen los huesos", cuenta.

En el gimnasio infantil que ahora se presenta con una cara mucho más divertida y amable se realiza terapia ocupacional, tratando, principalmente, parálisis cerebral, alteraciones del desarrollo, espina bífida, enfermedades congénitas, así como otras tantas dolencias que comienzan a aparecer en los primeros momentos de vida del bebé. Cuatro fisioterapeutas y una logopeda, se encargan de realizar una media de 16.000 sesiones de terapia al año. "Los niños deben ver los tratamientos como un juego y para ello es importante el entorno, crear un espacio en el que se sientan cómodos", explican los profesionales del centro sanitario.

Tan importante como el espacio es la psicología que aplican los cinco profesionales que trabajan día a día con los menores. Nieves Macarulla es una veterana en este servicio infantil. "Antes estábamos en el barrio La Paz de Barakaldo y desde septiembre estamos en el hospital de Cruces", cuenta la fisio-pediatra. Un traslado que, según explica Macarulla, es muy positivo, ya que "estando en el hospital nos posibilita tratar problemas a neonatos".

En este sentido, para Nieves, el papel de los padres es tanto o más importante que el que realizan los fisioterapeutas del hospital. "Es clave. Los progenitores forman un elemento primordial en ese proceso", explica la profesional sanitaria. En este gimnasio de Cruces, los pequeños son sometidos a tratamientos lentos, repletos de una buena dosis de paciencia, que cuentan como antídoto principal el cariño de los profesionales que trabajan en el servicio de rehabilitación del hospital de Cruces. "No hay uno igual".

En una esquina de la sala, Arantxa Azurza mira atentamente a su pequeña. "Me fijo para poder hacerle los ejercicios en casa", concluye.