Getxo - El destino de la Casa Tangora de Getxo va a sufrir un vuelco. La conocida mansión de Neguri, que se encuentra deshabitada y en condiciones ruinosas, será sometida a una profunda rehabilitación y será convertida en viviendas para la venta. En concreto, se habilitarán en el inmueble entre seis y ocho pisos, cuyo coste variará desde los 450.000 a los 900.000 euros. Se tratará, por lo tanto, de un bloque de domicilios de lujo.
Este histórico edificio se situó en el foco mediático hace años porque albergó el primer caso de acoso inmobiliario de Euskadi. El juez dictaminó en 2008 que uno de los dueños ofreció su parte de la propiedad a una familia de etnia gitana por un alquiler simbólico de un euro para ejercer presión sobre los otros poseedores de la Casa Tangora para ponerla en venta, algo a lo que ellos se negaban. Ahora, esos propietarios sí han decidido que la mansión cambie de manos y también de características. El palacete que en la actualidad está dividido en tres partes pasará a estar fragmentado en seis u ocho viviendas -se está redactando en estos momentos el proyecto- que saldrán al mercado inmobiliario con diferentes posibilidades de compra para quien esté interesado: bien de dos, tres o cuatro dormitorios. Es decir, que cada domicilio tendrá una superficie de entre 110 y 270 metros cuadrados. De ahí que el precio de adquisición oscile entre los 450.000 y los 900.000 euros. Así, la Casa Tangora empezará a cambiar el próximo verano, cuando comiencen los trabajos de rehabilitación del edificio, que tiene más de cien años y que lleva tiempo deshabitado. Estas labores se realizarán manteniendo el aspecto exterior de la mansión, ya que como sucede con muchas de las que se encuentran ubicadas en esta zona de Neguri y también de Algorta tiene un grado de proyección que obliga a respetar su fisionomía. La totalidad de las obras necesarias en este proyecto para reconvertir la casa en un bloque de viviendas de lujo será de aproximadamente un año y medio.
A cargo de expertos "La estancia señorial de siempre renovada como nunca". Ese es el lema que ha escogido Eslora Proyectos, encargada de llevar a cabo la operación de reforma, junto con Foraster Arquitectos. "Cambian las necesidades y los usos de los edificios. Deben adecuarse a planteamientos muy diferentes de aquellos para los que fueron diseñados en origen. Rehabilitar supone volver la vista atrás con ojo crítico hacia lo que otros hicieron antes que nosotros y conciliar la historia de la casa con las necesidades de una moderna residencia. Donde antes hubo una estancia señorial, reina hoy un aire renovado. Quedan cosas del pasado; es el caso de la magnífica fachada de composición clásica y serena, que se pone en valor con una cuidadosa restauración. Es un proceso que lleva implícito un componente muy alto de desafío que no sólo se enfoca en el diseño; planteamos una auténtica rehabilitación energética", señala la empresa en la presentación de su obra.
"Es una casa de más de cien años y por fuera se ha avejentado, pero por dentro no está tan mal", asegura la responsable comercial de Eslora, Sonia Villanueva. Aun así, las labores que exige la Casa Tangora son importantes. "Tienen su complejidad porque estamos hablando de una rehabilitación, no de levantar un edificio y eso requiere mucho trabajo", indica Villanueva.
José Ramón Foraster y Cristina Ybarra lideran la restauración de esta histórica mansión. El estudio de arquitectura, situado en Bilbao, tiene amplia experiencia en este campo y ha llevado a cabo varias rehabilitación en Getxo, como por ejemplo la reforma de la Casa Encantada, que hoy sirve de sede para varias áreas municipales; el Palacio Vargas, un inmueble de protección especial, construido a mediados del siglo XX por Manuel María Smith o La Casa Zubiria y el Palacio Ampuero, que, como sucederá con la Casa Tangora, también se dividieron en diversas viviendas. En este sentido, tal y como desvela la responsable comercial de Eslora Proyectos, ya hay "alguna reserva" para los futuros pisos del conocido palacete de Neguri. Además, Villanueva destaca que la empresa "trabajará a medida" en el diseño de las residencias: "El cliente nos dice lo que quiere".
Ladrillos de historia La Casa Tangora sumará con esta rehabilitación y cambio de características un capítulo más a su trayectoria centenaria que comienza en el siglo XX. Entonces, las grandes familias de la industrialización vizcaina comenzaron a poblar de grandes viviendas unifamiliares el entorno de Bilbao y, más adelante, se extendieron hacia los antiguos pueblos de veraneo de la costa: Algorta, Las Arenas, Santurtzi y Portugalete. Es en este contexto de principios del siglo XX, cuando se comienza a construir la Casa Tangora en el lugar conocido entonces como Chominchu. Originariamente tuvo también las denominaciones de Palacio Goya y Palacio Castellana. Presentaba la composición clásica y serena de una villa palaciega familiar. A lo largo de los años sufrió importantes reformas a cargo de los arquitectos vizcainos Rafael de Garamendi Ordeñana en 1923 y posteriormente M. Beascoa Arruti en 1946 hasta configurar su geometría actual. Ahora, en pleno siglo XXI, el edificio experimenta un nuevo cambio para amoldarse a los tiempos.