BILBAO. El comercio, una de las apuestas del Ayuntamiento de Bilbao para impulsar la vida de la ciudad, va a protagonizar operaciones importantes en la villa en este nuevo año. El emblemático edificio de la BBK, en el número de 23 de la Gran Vía, aspira a convertirse en fechas próximas en un inmueble comercial en una de las esquinas más cotizadas de la capital. El Ayuntamiento está a la espera de recibir el proyecto de los compradores que concrete los usos así como las obras previstas para adecuar el local, antes de comprometer las licencias oportunas. No ha trascendido quién es el comprador -existe una cláusula de confidencialidad en la compra-venta-, aunque sí parece confirmado que se trata de una firma comercial (textil, zapatería y complementos). Según ha podido saber DEIA, las negociaciones están muy avanzadas.
De ser así, las antiguas oficinas de la BBK se convertirán en un nuevo concepto de comercio en un triángulo muy apetecible para cualquier empresario. Por un lado, el edificio se encuentra en una de las arterias más cotizadas de la ciudad, pero además puede avivarse una sinergia comercial con otras operaciones previstas en la zona, puesto que en la misma manzana está en marcha otra operación en la galería comercial de Gran Vía 28, donde, según publicó DEIA, una empresa textil inglesa ha encargado a un equipo de arquitectos vizcainos un proyecto para adaptar el espacio interior a sus necesidades comerciales. Y estos movimientos coinciden con el reciente desembarco de la prestigiosa firma Michel Kors en el local que hasta ahora había ocupado Loewe y con la implantación de Samsung en la planta baja de El Corte Inglés.
La antigua sede de la BBK lleva dos años a la venta sin que hasta la fecha se haya podido cerrar ningún acuerdo con ninguna de las ofertas recibidas. Con una superficie de 8.000 metros cuadrados, en estos momentos se encuentra en desuso en un solar muy codiciado.
Tres negociaciones Según han confirmado a DEIA fuentes municipales, la BBK baraja tres opciones para culminar la venta del edificio, aunque una de ellas destaca sobre las otras. Entre los interesados en la antigua sede de la caja de ahorros se encuentra la prestigiosa empresa puntera en tecnología Appel, que desde hace un año busca un edificio emblemático en Bilbao para continuar con su expansión en la zona norte. Sin embargo, y pese a tener ya hasta un boceto con el diseño de cómo serían los escaparates con su icono comercial, no ocupa la pole en el proceso negociador.
Al parecer, la apuesta más fuerte y que podría cerrar el acuerdo en fechas próximos es un "cliente comercial", según explicó el concejal de Urbanismo, Ibon Areso, quien no está a autorizado a desvelar el nombre del comprador por la citada cláusula de confidencialidad.
El Ayuntamiento ha recibido ya una consulta de la BBK sobre la disposición del Consistorio a autorizar obras en el edificio que permitan adaptar el local a su nuevo cometido comercial, así como la autorización pertinente a los nuevos usos que acogerá el edificio.
"Estamos a la espera de recibir un proyecto del cliente que nos concrete si se compartirán oficinas y locales comerciales o solo se pretende dar un uso comercial a todo el inmueble". Según Areso, "hasta no conocer esos detalles, no podemos comprometernos a dar una licencia".
Otra de las cuestiones que el comprador quiere conocer antes de cerrar la operación es saber si tendrá autorización municipal para acometer una serie de obras en el exterior del edificio. La cuestión concreta que se ha planteado al Ayuntamiento es la posibilidad de eliminar los escalones de acceso para situar la entrada en cota cero.
"La antigua sede de la BBK es un edificio que tiene una protección urbanística, por lo que tenemos que saber cuáles son las obras que se quieren realizar antes de dar los permisos", apuntó Areso. El concejal de Urbanismo comprende, en todo caso, que "el nuevo propietario tenga la necesidad de eliminar las escaleras y rebajar el local a pie de calle".
La antigua sede de la BBK, al igual que otros edificios de la Gran Vía, fueron en su día edificios residenciales en cuyos bajos había viviendas; de ahí que hubiera escaleras para acceder también a la planta baja. En todo caso, las conversaciones para cerrar este acuerdo están avanzadas y supondrá un nuevo concepto de tejido empresarial, tal y como apuntó a este periódico el director del gabinete de Alcaldía, Andoni Aldekoa, quien señaló que "2014 va a ser el año en el que se teja el futuro de los próximos 15 años de Bilbao".
Andoni Aldekoa cree que va a cambiar la tendencia del comercio con incursiones empresariales como Samsung y un nuevo tejido empresarial en el que "las empresas y las personas vamos a tener que adaptarnos para hacer revivir la ciudad".