TIENE nombre propio ymás de 300 años de historia.Es el único turrón vizcaino;el auténtico turrónde Bizkaia. El más vendido en estasfechas de entre todos cuantos se elaborande manera artesanal, sin ayudade máquinas. El sokonusko,característico por sus tres tonalidades,es la estrella de la Navidaden el territorio. Su explosión desabor, basado en la almendra y eldelicioso baño de chocolate, conviertea este lingote de chocolate enun postre que no debería faltar enninguna de las mesas durante estasfiestas. Y es que los pasteleros sonmuy tradicionales: el turrón enNavidad; el roscón, en Reyes, y lasroscas, en San Blas. En eso es mejorseguir siempre el guión.

Cada pastelería sigue sus recetas,pero hay una en concreto que todosrespetan al dedillo. El sokonusko seelabora en Bizkaia gracias a IñigoUrrutia a principios del siglo XVII.Tras uno de sus múltiples viajesrecaló en México, en un municipioconocido como Santa Ana de Soconusco,donde halló “un cacao autóctonode gran calidad y una fórmulasecreta para prepararlo”, explicóayer Manuel Angulo, vicepresidentedel gremio de pastelería deBizkaia.

Así es como nació sokonusko, quemantiene el nombre de su localidad natal pero llevado a su versióneuskaldun. “Aquí gusta mucho porquesomos de Bilbao, de Bizkaia, yes algomuynuestro”, subraya orgullodel producto que año a año, NavidadaNavidad, llena las estanteríasde 55 pastelerías en Bizkaia.Tres colores perfectamente alineadosprotagonizan el interior deldulce vizcaino. Uno más claro, en elcentro, con la almendra cruda comoprotagonista; otro más tostado, quese realiza con almendra tostada, yun tercero más oscuro que se consigueal mezclar la almendra con elchocolate. La guinda la pone unacobertura de chocolate que consigueque cada mordisco sea un conjuntode sabores único. Sin embargo, apesar de que su sabor es incomparable,el turrón de pastelería es, parael gremio, “el más olvidado” de lasnavidades, donde predominan otrotipo de productos no tan artesanos.

“Existe una gama muy amplia deturrones que fabricamos nosotrosmismos porque cada pastelero tienensus ideas diferentes”, cuenta.

ADAPTARSE A LOS BOLSILLOS

Paraacercar el producto a los vecinos,los pasteleros han elaborado nuevasfórmulas de presentar elturrón, que asciende a unos 32euros el kilo. Por ejemplo, se puedencomprar lingotes de turrón deaproximadamente 350 gramos ?loequivalente a una tableta de chocolate?,algo más asequible para losbolsillos. Además, desde hace cincoaños, las pastelerías ofrecen tambiénla oportunidad de llevarse acasa un surtido de cada una de lasclases de turrón casero a la venta.Para ello se han elaborado unas porcionesindividuales que vienen perfectamenteempaquetadas para quepuedan degustarse en cualquiermomento ?eso sí, al llevar másmano de obra el precio es algo superior?.

“Sabemos que este turrónpuede ser algo más sibarita, perohacemos el esfuerzo de adaptarnosa todos los bolsillos para facilitarasí la venta”, apuntó Angulo desdela Escuela Profesional de Pasteleríay Comercio de Bizkaia.

Los alumnos de este centro, futurospasteleros de Bizkaia, seránquienes cojan el testigo a la hora deelaborar este manjar con EuskoLabel, que solo degustan los vizcainos.Aunque eso sí, quien viaja enestas fechas a Bizkaia vuelve a casasabiendo que aquí, turrón se dicesokonusko.