La familia está compuesta por mucho más que parientes. Todos los que están cerca y se preocupan por unos mismos objetivos, los que trabajan juntos para conseguir unos mismos fines, son familia. Cada uno es de un lugar, pero hay algo que les une. Eskuinaldea y Uribe Kosta configuran una gran familia formada por personas, ayuntamientos, empresas y asociaciones que son parte de una misma. DEIA quiso reunirles ayer para que estuvieran juntos, como deben hacer las familias, y hablaran de sus cosas, de los tiempos difíciles y del futuro. Pero sobre todo, les congregó para darles las gracias a cada uno de ellos por luchar por su comarca; por hacer que esta tierra que discurre a la derecha del Nervión se mantenga viva y con fuerza, que derroche talento y valores.
Para ello, el Berango Antzokia se convirtió ayer en el punto de encuentro de Eskuinaldea y Uribe Kosta. El teatro acogió una calurosa gala en la que el periodista de Onda Vasca Xabier Lapitz ejerció de maestro de ceremonias. La anfitriona fue la alcaldesa de la localidad, Anabel Landa, quien en su intervención destacó la labor de DEIA y Hemendik "por organizar este acto en estos tiempos en los que reina el individualismo y se acuerden de las personas que hacen algo por los demás". Fue Bingen Zupiria, director de DEIA, quien después de agradecer las buenas palabras de la regidora berangotarra, hizo hincapié en "el compromiso de este periódico por la información cercana, la que llega a vuestras casas". Tras el aurresku de honor de los integrantes del grupo local Simón de Otxandategi, los protagonistas de la velada se fueron sucediendo sobre el escenario del Berango Antzokia.
Los primeros en subir fueron Arena Albizu, Alex Flores y Leticia Mancisidor, organizadores de Lamiakoko Maskarada, quienes destacaron que "llevamos desde 1978 con los mismos personajes y no los cambiaremos" con el objetivo de mantener la tradición. Fue Fernando Ansoleaga quien tomó el relevo teatral, ya que es el ideólogo de la afamada Pasión de Semana Santa de Berango. El coreógrafo tuvo palabras de agradecimiento "a todos aquellos que me acompañan en el camino".Y de personaje de peso, a trabajador incansable. Javier Berasaluce, párroco de Urduliz, lleva cerca de 35 años trabajando por los vecinos. "Aunque el camino ha sido duro, tenemos muchas cosas que agradecer. Es verdad que aún no hay hambre en la localidad, pero hay familias que están pasando por una época de mucha necesidad", explicó, quien ayuda directamente a una treintena de familias del municipio.
Deporte y ciencia También el deporte tuvo cabida. Así, Javier Sorozabal, en nombre del club Arkote, quiso recordar que "hay que trabajar para que los chavales tengan un deporte que practicar en Plentzia y que, además, este sea tan bonito como el remo". Por su parte, Aurelio Astobieta, presidente de la Sociedad Deportiva Gorliz, quiso ensalzar los valores que les transmiten a los más pequeños desde el club: "Hay que aprender a ganar, a perder y, sobre todo, a ser compañeros".
El científico Félix Goñi, quien estuvo arropado por toda su familia, dio una clase magistral a los presentes. Lapitz le preguntó sobre su complicado campo de investigación -las interacciones moleculares en las membranas celulares-, a lo que respondió, jocoso: "Si ustedes disponen de tres o cuatro horas, podría hacer una breve introducción". Pero, también tuvo palabras de crítica: "El sistema científico español se está destruyendo ante la mirada indiferente de todo el mundo. Euskadi, de momento, es una islita", sentenció.
José Ignacio Uribarri, de Viveros Fadura, y Enrique Zufia, gerente de IGR, Investigación y Gestión de Residuos, dejaron patente la crisis latente, pero la necesidad de trabajar duro para salir de ella.
Romualdo Corbeira e Hilario Zabala, presidente y secretario, respectivamente, de la cofradía de pescadores Santo Tomás de Armintza, recogieron, ilusionados, el reconocimiento de DEIA. "Llevamos 105 años pescando sin redes -recordaron-, y ahora sois vosotros, los que estáis ahí sentados, los que tenéis que dar salida a nuestro futuro", señalaron.
El Omenaldi Saria recayó en la farmacia Aramburu de Plentzia, que lleva 125 años dando servicio a los vecinos. Su propietario, Enrique Aramburu, tuvo tiempo para realizar una petición a las instituciones: "Euskadi debería tener un museo de la farmacia". Y de veteranía a juventud. Con apenas diez años de andadura, Leioa Kantika Korala fue en la noche de ayer merecedora del Bizkaia Saria, que recogieron Enola Arruabarrena y Alejandra Fernández, cantantes de la agrupación, que el año próximo tomarán parte en el Simposio Mundial de Música Coral de Seúl.Ovación Pero la ovación de la noche se la llevaron las integrantes de la Asociación Cultural de La Mujer de Berango. Domi Bueno, Marian Sancho y Mari Carmen Herce recordaron a los presentes la obligación de "acabar, de una vez, con la violencia sexista y la necesidad de vivir todos en igualdad".
Fueron muchos los que acompañaron a los protagonistas de la noche en el Berango Antzokia. Alcaldes y concejales de los ayuntamientos del entorno, así como, de la Diputación y del Gobierno vasco estuvieron presentes. Javier Andrés, director general de Editorial Iparraguirre; Kike Hermosilla, director Comercial de DEIA; Andoni Manso, director regional de la zona norte de Ferrovial Servicios; Eneko Arruebarrena, director gerente de Metro Bilbao; José Ramón Muñoz, director de Negocio de la zona norte de Prosegur; Iñigo Aspiunza, comercial de DEIA; Pedro Barreiro, director general del Consorcio de Aguas Bilbao-Bizkaia; Ana Madariaga, presidenta de Juntas Generales; Jon Goikoetxea, director de Marketing de DEIA, además de familiares y amigos, tampoco quisieron perder la oportunidad de formar parte de la familia de Eskuinaldea.