Bilbao. En algo más de dos meses, el edificio que durante 60 años ha albergado la clínica San Sebastián de Deusto formará parte de la historia de la ciudad. Ayer dieron comienzo los trabajos para su derribo. En la primera fase se derruirá la parte interior del inmueble y, posteriormente, se comenzará con la fachada que da a la calle Rafaela Ibarra. En ese espacio que, a lo largo de seis décadas ha sido referente en asistencia sanitaria, se levantará una urbanización de 94 viviendas con servicios exclusivos, tal y como adelantó DEIA en el mes de julio. En apenas tres meses desde su salida al mercado, 78 de las 94 viviendas proyectadas, con superficies que oscilan entre los 70 y los 94 metros cuadrados y precios entre los 249.000 y 368.000 euros, han sido ya vendidas, y se espera que las llaves sean entregadas a los nuevos propietarios en otoño de 2016.
Responsables de la promoción, integrada por el Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ) -antiguos dueños de la clínica- y la gestora de viviendas Jauregizar, realizaron una primera visita con motivo del comienzo del derribo. Los trabajos para despejar por completo el solar, de 2.400 metros cuadrados, durarán un mínimo de dos meses, mientras que las obras de edificación se extenderán por un periodo de 28 meses. De esta manera, si todos los plazos previstos se cumplen, se espera que el edificio esté concluido para dentro de tres años. Por su parte, el director adjunto del grupo IMQ, José Luis Picaza, destacó que la clínica San Sebastián ha sido durante 60 años un edificio "emblemático" de la capital vizcaina, también para el propio IMQ, ya que durante tres décadas ha constituido el "eje" sobre el que ha basculado toda la estrategia sanitaria del grupo.
Cuatro plantas
El nuevo edificio albergará 94 viviendas de dos y tres dormitorios distribuidos en cinco alturas, con un último piso destinado a áticos con terraza. El bloque se completa con cuatro plantas de garaje, locales comerciales en las plantas bajas. Los pisos de dos dormitorios, con garaje y trastero tienen un precio desde 249.000 euros más IVA, mientras los de tres dormitorios tendrán un precio desde 368.000 euros más IVA.
Todos los apartamentos incluyen dos baños, cocina equipada, garaje y trastero. En opinión de Picaza, el "éxito" del proyecto -se ha vendido el 80% de los pisos- se debe a la propia firma constructora, Jauregizar, la cual ha creado "un producto adecuado para el momento adecuado", y cuenta con una "especial sensibilidad" acerca de lo que el comprador quiere.
El arquitecto responsable del proceso, Matías Varona, de Agvar Arquitectos, concretó que el derribo del antiguo edificio será de carácter "selectivo", con el objetivo de reutilizar "al máximo" los materiales procedentes del mismo y evitar así "en la medida que podamos" llevar estos al vertedero. En cuanto al equipamiento con que contará el nuevo edificio residencial, que ocupará la misma huella que deja la clínica, Varona describió que la manzana contará con una pista polideportiva, un gimnasio, zona infantil y un solarium en la última planta. Todas estas instalaciones serán de uso privado. Igualmente, el arquitecto destacó la calidad de los materiales que se utilizarán en la construcción, así como los sistemas domóticos que permitirán a los propietarios controlar el funcionamiento de sus viviendas. Verona también adelantó que no se conservará ningún elemento de la fachada original al estar planteada para uso hospitalario, ya que adaptarlos a un uso residencial resultaba "complejo" debido a las alturas y las propias dimensiones de la fachada.