Bilbao. Sentirse un poco Tarzán y Jane ahora va a ser posible en Bizkaia. Pasar unos días alojados en una cabaña de madera en lo alto de un árbol será una opción real para los amantes de la naturaleza. De hecho, la primera casa de cuento con la que muchos chavales sueñan ya está construida a 20 metros de altura, en un bosque ubicado en los parajes de la localidad de Zeanuri. Es la primera construcción de un camping que se abrirá a finales de este año con cuatro casas suspendidas. Manu Grymonpré y Karin van Veen, impulsores de este proyecto aseguran sentirse muy contentos con la primera casa y afirman que este bosque es el "ideal", no solo por la ubicación sino por lo "bien cuidado que están los árboles y todo el entorno".
Esta iniciativa, a la que han bautizado con el nombre de Cabañas en los árboles, ofrece a los amantes de la naturaleza la gran oportunidad de entrar en contacto directo con el árbol y su ecosistema, "de saborear los placeres de pernoctar en un nido, situado en el entramado de las ramas de un majestuoso árbol", describen sus promotores.
Contemplar la cabaña a pie del árbol se convierte en una experiencia impresionante, casi inalcanzable para el ser humano, pero es mucho más impresionante cuando la escalera de madera diseñada con minuciosidad, permite ascender -circundando el tronco- hasta lo alto; desde arriba, la sensación de libertad, amplitud y paz se convierte en protagonista. "Es un regalo muy bonito y una experiencia que hay que probar. La gente que ha pasado una noche en una cabaña de estas características no se arrepiente jamás", explican los organizadores.
Atracción turística El nuevo centro de cabañas en los árboles del País Vasco empieza a tomar forma poco a poco. El equipo de trabajo que se ocupa de las obras del complejo, situado en Zeanuri, está finalizando con los ajustes de la primera de las cuatro cabañas. Sus promotores están convencidos de que el complejo se convertirá en uno de los polos turísticos de la zona y esperan "recibir visitantes de todo el Estado pero también del extranjero, atraídos por los alojamientos excepcionales que estamos haciendo". La primera de las cabañas mide algo más de 30 metros cuadrados, se ha anclado en torno a un solo árbol de 60 metros de altura. La estructura de madera está asegurada con unos cables que la sostienen por el techo, un sistema ideado por Manu Grymonpré y Karin van Veen. "Es un dispositivo muy minucioso, ideado expresamente para este árbol".
Con este sistema de sujeción logran dar "un aire mágico" a cada habitáculo, como si flotara en el aire. Cuenta con una escalera con diferentes tramos para acceder a su interior. Las cabañas están hechas con maderas nobles como castaño, un gran nivel de aislamiento, con doble cristal y elementos sostenibles como estufas de bioetanol. Se ha previsto construir tres más para la inauguración que se espera pueda ser antes de terminar el año. El proyecto incluye la construcción de una decena de cabañas, algunas con agua y electricidad.