El Marítimo de la playa de Gorliz será demolido tras cinco años de litigio judicial
Los dueños del local han empezado a recoger los enseres ante el aviso de Medio Ambiente del derribo
Gorliz. El bar Marítimo Astondo de Gorliz será derribado en las próximas semanas por orden del Ministerio de Medio Ambiente después de que sus propietarios no continúen con el proceso judicial abierto para evitar un cierre contemplado en el proyecto de recuperación de la playa del municipio, un plan que se ejecutó entre 2007 y 2011. Pese a que no hay una fecha determinada para su demolición, emarcación de Costas ha obligado al desalojo del local, por lo que este ya se encuentra cerrado al público. El otro local que queda en la playa al lado del Marítimo Astondo, el asador Hondartzape, atraviesa por la misma situación, pero aún apura los trámites para recurrir la decisión, por lo que sí mantiene abiertas sus puertas.
Los dueños del Marítimo Astondo están estos días recogiendo todas los enseres del establecimiento. Se trata de un negocio familiar en el que trabajaban hasta ahora una decena de personas y que lleva más de cuatro décadas en la playa de Gorliz atendiendo las necesidades de miles de bañistas cada verano.
No obstante, el recinto ya existía desde varios años antes, cuando era la Cervecera del Norte. El pasado mes de julio, los actuales propietarios recibieron una carta certificada en la que se les notificaba que debían proceder al desalojo del bar porque se iba a derribar atendiendo a lo establecido en el proyecto de recuperación del arenal gorliztarra. Sin embargo, las negociaciones de los abogados permitieron que pudiera estar abierto durante el pasado verano. Ahora se ha acabado el tiempo.
Según informan fuentes relacionadas con el caso, los dueños del Marítimo Astondo, que acumulan más de cinco años recurriendo la decisión del Ministerio de Medio Ambiente, no han acudido al último peldaño judicial que podían encarar. Algo que sí han hecho los responsables del asador Hondar-tzape, cuya demolición también está prevista. Sin embargo, al continuar con los recursos, el local permanece abierto y recibiendo clientes. Sus propietarios rehusaron hacer aclaración alguna sobre su situación.
En realidad, el proyecto de acondicionamiento y ordenación de las playas de Gorliz y Plentzia que comenzó a realizarse en 2007, acarreaba la demolición de los cinco locales hosteleros que albergaban seis negocios que se ubicaban a pie de playa. Tres de los inmuebles se derribaron al inicio de la obra, después de que Costas llegara a un justiprecio con los titulares de la licencia. En cambio, los responsables del ministerio no pudidieron acordar un importe con los regentes del Marítimo y Hondartzape. Como contaban con licencia de explotación, Medio Ambiente estuvo obligado a recurrir al rescate de las concesiones, una figura administrativa que consiste en una rescisión anticipada e indemnizada y un derecho preferencial para nuevas licencias.
Posibilidad de otros locales Así se abrió un frente judicial que se ha prolongado más de cinco años y que para el bar que está al final del paseo de Astondo ha llegado a su fin. En medio de este camino se plantearon algunas alternativas para evitar la desaparición de estos negocios, como la posibilidad de construir dos nuevos edificios en un solar a unos 50 metros del paseo marítimo, junto al edificio de servicios de Astondo. Una opción que podía ejecutarse porque los dos establecimientos de hostelería decidieron ejercer su derecho de solicitar una nueva concesión de 15 años prorrogables para explotar otros locales en las cercanías del arenal. Sin embargo, este proyecto creó malestar entre algunos vecinos y se topó con el rechazo de la asociación ecologista local Astondopunta.
Fuentes cercanas al Marítimo aseguran que sus propietarios no recibirán indemnización alguna porque "piensan que en los últimos años han estado de okupas" y comentan que las obras para derribar el edificio están a punto de adjudicarse.
"Recuperar la playa" Los trabajos en el arenal de Gorliz tenían como objetivo "recuperar las características naturales del arenal y su entorno, invadido desde principios de siglo XX por distintas construcciones. También se quería ampliar sensiblemente el área de playa seca para uso público, con una solución sostenible e integrada ambientalmente así como mejorar los accesos a la citada zona. De ahí el amplio paseo peatonal creado y del que disfrutan desde hace dos años los visitantes del areanl. El Ministerio de Medio Ambiente desembolsó cerca de 10 millones de euros en estas labores para retomar la imagen de la playa de hace un siglo.
La realización del plan conllevó a que se ganaran 61.475 metros cuadrados de playa seca, tras la supresión del muro rompeolas y la carretera que flanqueaba la playa. Por lo que se amplió la anchura del arenal en unos 35 metros en la zona frente al hospital y en unos 70 metros en la parte ubicada entre el centro hospitalario y el antiguo sanatorio de Plentzia. Además, se construyó el paseo peatonal mencionado que concluye cerca de los dos edificios hosteleros, uno de los cuales desaparecerá en breve.