Durango. Toda una vida ligada al atletismo y subiéndose a lo más alto del podio. A sus 67 años, José Luis Romero continúa compitiendo y cosechando triunfos. Cofundador del Club de Atletismo Bidezabal hace tres décadas, este atleta durangarra se ha convertido en uno de los grandes referentes en la categoría veterano. No hay día que no se calce sus zapatillas y acuda a la pista de Landako a disfrutar de los entrenamientos y dar clases a los más jóvenes. El pasado mes de marzo se adjudicaba el campeonato de Europa disputado en Donostia y este fin de semana el atleta del Durango Kirol Kluba, ganaba Criterium Durango Uria de atletismo veterano.

¿Cómo se mantiene tan activo?

El no haber abusado de los entrenamientos cuando era joven es importante. Una de las claves también es buscar siempre un hueco para hacer algo de ejercicio y llevar una alimentación sana y equilibrada.

¿Cuántos días a la semana entrena y cómo planifica las sesiones?

No planifico nada. Casi todos los días vengo a la pista y hago lo que más me apetece. Me junto con los atletas que están en Landako, les acompaño en sus entrenamientos y, cada día, hago algo diferente.

¿Cómo recuerda sus inicios?

La primera carrera en la que corrí tenía 10 años. Era un cross que terminaba en Ezkurdi y pasaba por Orozketa. Recuerdo que llegué con el pelotón, pero muy cansado (risas). En los sesenta, en el colegio Maristas, participábamos en una carrera de relevos por las carreteras vizcainas; fue entonces cuando comencé a engancharme a este deporte. También me marcó la primera salida representando a Bizkaia, que fue en el campeonato estatal de cross disputado en Logroño.

Y ahora, ¿cómo ve los inicios de los nuevos atletas de la comarca?

Nosotros entrenamos a niños y niñas para que se inicien en esta disciplina. Colaboro en los entrenamientos de los más jóvenes y pienso que el atletismo es un deporte que si te engancha, lo hace para siempre. En el atletismo no hace falta más que un par de zapatillas y en este deporte no hay banquillo, todo el mundo puede participar.

¿Cómo trabajan en las categorías inferiores?

A nivel de comarca, queremos captar al mayor número de niños. Para ello, acudimos a los centros escolares del municipio para que sepan que las puertas de la pista de Landako están abiertas a todo el mundo que quiera probar este deporte.

Pero, los jóvenes siguen decantándose por el fútbol o el baloncesto.

Los deportistas que tienen clase, normalmente, terminan en el fútbol o el baloncesto. El que es bueno en atletismo, es bueno en cualquier deporte; así que todos los deportistas deberían pasar por esta disciplina. A nosotros nos llegan chavales que, después de pasar por otros deportes, se animan a probar el atletismo.

Para que comiencen a enamorar de este deporte, ¿recomendaría alguna ruta por la zona?

La vuelta a Muntsaratz es conocida y está muy bien. Me gusta mucho pasear también por el bidegorri de Atxondo. Tenemos unos parajes inmejorables para disfrutar caminando por la comarca.

En cuanto a lugares, ¿cuál le ha marcado?

El estadio que más me impacto fue el de Budapest, en 1989. El lugar más lejano ha sido Australia y también he podido correr en Sudáfrica, Puerto Rico y cerca de las cataratas del Niágara. He tenido la suerte de conocer muchos lugares con el atletismo.

¿Cuáles son los mayores cambios que percibe en este deporte?

Uno de los grandes cambios vino en 1963 con la entrada de las mujeres en el atletismo. Después, en los años ochenta y con la moda americana, la gente comenzó a correr en la calle. En la actualidad, el atletismo se ha convertido en un deporte para todos.

¿Cómo empezó a competir en competiciones específicas de veteranos?

La primera vez que fui a un campeonato de veteranos fue en Catalunya. Tenía 41 años y por error me habían apuntado en disciplinas que no eran mi especialidad. Finalmente, en 100 metros gané y en 200, llegué segundo. Fue una gran experiencia.

Siendo veterano, ¿cómo se plantea ahora las competiciones?

Busco la satisfacción personal e intento superar mis propios récords.

¿Qué objetivos se ha marcado a partir de ahora?

Seguir disfrutando y tener calidad de vida. El que no te duela nada y poder entrenar todos los días aporta bienestar personal.

¿Qué consejo le daría a un corredor popular veterano que empieza a entrenar y a competir?

Lo primero, que se marque objetivos alcanzables; hay que escuchar al cuerpo y mimarlo. La gente tiene en mente lo que lograba antes y se equivoca. Además, piensan que por entrenar más, van a llegar rápidamente a otras metas, y no es así.

¿Hasta cuando le veremos consiguiendo éxitos en la carreras?

En Australia he llegado a ver corredores en la categoría de 100 años. Con nosotros también viene un señor de 93 años y todavía compite en perfectas condiciones. Siempre que tenga ilusión, me gustaría seguir entrenando y compitiendo hasta que el cuerpo me lo permita.

¿Qué objetivos se marca ahora?

Voy a participar en el campeonato del mundo indoor de Budapest, que se disputará en marzo del año que viene. Vuelvo al estadio Puskas y es una cita que me ilusiona mucho. Ya estoy ahorrando para ello (risas).