Bilbao. La crisis y el paro son los mayores problemas que acucian a los vizcainos, según el estudio sociopolítico que periódicamente encarga la Diputación de Bizkaia y cuya última oleada fue presentada ayer. Una población que avala la gestión del ente foral en todas sus labores, cuando se ha llegado al ecuador de la legislatura, y aprueba todos los proyectos estratégicos que pilota la institución en el territorio, a excepción de la Variante Sur Metropolitana, que se queda a nueve décimas del 5 sobre 10.

La encuesta sociológica, encargada a la firma Gizaker y confeccionada en mayo pasado con encuestas a más de 2.000 vizcainos, certifica que la recesión está haciendo cada vez mayor mella en la población vizcaina. Aunque la valoración de la situación económica personal ha empeorado con respecto al último estudio -se pasa de 52,6% a 58,7%-, donde se da el gran salto es en la percepción que los encuestados tienen de la situación económica de Bizkaia. En este caso, se ha subido del 48,6% a 80,6%, una gran escalada que refleja cómo se percibe de deteriorado el panorama económico general. Aun así, un 76,4% de la población considera que la situación en Bizkaia es claramente mejor que la del resto del Estado y similar a la del resto de la Comunidad Autónoma Vasca.

Lógicamente, el paro es el principal problema que quita el sueño a los encuestados, con un 86,4%; seguido de la crisis económica, un 15%, y la escasez de servicios sociales, con un 6%. ETA y el terrorismo han pasado a los puestos postreros de los problemas a considerar, se quedan en el 2%, y, en el último lugar, en el puesto décimo tercero, se sitúa la corrupción con un 1,1%, prueba de que lo que en otras zonas del Estado es una lacra constante aquí prácticamente no se percibe.

En este complicado contexto económico, las personas consultadas destacan que son las instituciones vascas las que más hacen por la generación de empleo, el Gobierno vasco, 16,9%; la Diputación Foral de Bizkaia, 10,9%; los ayuntamientos de la zona, 10,1% y el Gobierno de España, 1,1%.

Grandes notas En cuanto a la eficacia de la gestión de la Diputación en necesidades básicas, el ente foral saca grandes notas. Por ejemplo, el servicio de Bizkaibus alcanza el 7,24; las carreteras, un 6,75; la recogida y tratamiento de las basuras suben a 6,97, y los servicios sociales, un 6,28. Comparado con Araba y Gipuzkoa, la gestión es valorada de forma similar en todas las áreas excepto en el tratamiento de residuos, donde se cree que en Bizkaia es un 42,6% mejor que en Gipuzkoa.

El trabajo de campo también pregunta por los proyectos clave para el territorio impulsados por el ente foral. Todos aprueban con mayor o menor nota excepto la Supersur, que se queda en un 4,91.

Superan el siete de nota la puesta en marcha de la línea 3 de metro (7,56), la prolongación del suburbano a Kabiezes (7,58), la construcción de las variantes de Ermua (7,63), Gerediaga-Elorrio (7,08), Bermeo (7,32) y el túnel de Autzagane (Amorebieta-Muxika) (7,04), así como el Centro de Inteligencia de la Automoción, con un 7,32. Por debajo en valoración se encuentra el nuevo estadio San Mamés que obtiene un 5,2; los accesos a Bilbao, un 5,91, y el derribo del viaducto de Sabino Arana, que se queda solo en un 5,73.

Echar el resto ¿Y dónde le piden los vizcainos que eche el resto a la Diputación? Lógicamente en la promoción del empleo, un 19%, seguido muy de lejos por el mantenimiento de los servicios sociales (2,6%) y la mejora de las carreteras (2%), situando a continuación el metro, la cultura y los transportes, con valores por debajo del 2%. ¿Y dónde debería volcar sus esfuerzos en los dos años de legislatura que restan? En primer lugar, en el impulso a la creación de empleo, con un 39,1%; seguido por el 14,1% para el mantenimiento de los servicios sociales, el 2,6% la atención del bienestar de la sociedad y de los propios ciudadanos, y el 1,6% en la mejora de la red viaria.