Bilbao. La extensa red de garbigunes que salpica el territorio consolida año a año su posición en la particular cadena de reciclaje ciudadana. De hecho, la última encuesta de satisfacción entre los miles de usuarios de ese carrusel de contenedores repite la excelente calificación de ejercicios previos y se sitúa en 8,3 puntos sobre 10 y desvela, además, que estos clientes optan preferentemente por el sábado, entre las diez y las doce del mediodía, para acudir a los mismos.
El sondeo, realizado por el Departamento de Medio Ambiente de la Diputación Foral de Bizkaia durante los meses de febrero y marzo, confirma que las variables que más condicionan esa puntuación son los horarios de apertura de las instalaciones, el trato que reciben de los empleados que trabajan en estos garbigunes, la señalización de los contenedores y la accesibilidad a los mismos y, por supuesto, el estado en que se encuentra el punto limpio al que acuden.
Así las cosas, destaca la amabilidad del personal con un 8,7, la limpieza de los garbigunes (8,5) y la ubicación del mismo (8,3). El aspecto que peor nota recibe son los horarios, aunque los usufructuarios de estas instalaciones forales conceden un nada despreciable 7,7. "A nivel global, los usuarios han notado mejoras en las infraestructuras en los garbigunes pulsados con respecto al año anterior", resume la encuesta en sus conclusiones.
Otra de las cuestiones que ha experimentado un ligero repunte con respecto a años precedentes es el relativo con el hipotético pago de un canon por el uso de los contenedores ya que el porcentaje de consultados que considera esta posibilidad como algo "razonable" ha aumentado ligeramente. De hecho, 38 de cada 100 encuestados marcó esa casilla. No obstante, el informe apunta la existencia de "cierto desconocimiento" de algunos servicios novedosos ofrecidos como puedan ser aquellos relacionados con el compostaje.
Usados por los profesionales "Los entrevistados afirman haber realizado una media de veintiún desplazamientos al garbigune, si bien la media enmascara usos muy esporádicos junto con usos muy abundantes posiblemente de autónomos profesionales y así, se observa que el valor modal, o más habitual, es acudir de una a tres veces", sintetiza el estudio. Concretamente, agregan en el apartado de las conclusiones, que durante el último año se ha acudido una media de 5 veces y de 1 a 3 en más del sesenta por ciento de los casos.
Otro de los apuntes destacados en la encuesta es el incremento de usuarios de entre 46 y 60 años que compensa el "alarmante" descenso de población joven que progresivamente parece irse alejando de las tareas de reciclaje y depósito de residuos que se realiza en los garbigunes. Eso sí, los repartos por género se mantienen estables en el tiempo de forma que los hombres continúan siendo de forma mayoritaria los encargados de acudir a estos recintos.
Según los encuestados, en sus hogares se recicla "todo lo posible", un término no del gusto de las instituciones ya que según manifiestan, puede enmascarar un "no reciclaje oculto, huyendo de esfuerzos en el reciclaje". Los envases y plásticos, papeles y cartones, y vidrios se mantienen en la cúspide de la pirámide del reciclaje doméstico. Sin embargo, la encuesta deja entrever una percepción equivocada transmitida por la ciudadanía: que cada vez hay más residuos que no pueden reciclar en su hogar.
"ES un dato negativo pues disuade del hábito del reciclaje y puede suponer una cadena de dejaciones. Se intuye que, realmente, este dato esconde cierto cansancio del ciudadano a la hora de reciclar determinados residuos incómodos", se apostilla en las conclusiones.