BILBAO. El proyecto para convertir la península de Zorrotzaurre en isla es un camino de obstáculos que ha retrasado más de un año la actuación urbanística en esta zona de oportunidad de Bilbao. Por eso, el acuerdo firmado ayer entre el Ayuntamiento y el Gobierno vasco materializa el último punto interinstitucional necesario para la apertura del canal de Deusto y la puesta en marcha definitiva de la última gran operación de regeneración urbana de la ciudad. La colaboración entre ambas instituciones engrasa el proyecto de Zorrotzaurre con la pretensión de que las obras comiencen a finales de este mismo año. No solo se trata de un proyecto urbanístico, también lleva implícito el plus de la seguridad, por lo que supone de prevención de riesgo de inundaciones, tal y como apuntó el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan Mari Aburto.

El Ejecutivo vasco se compromete a abonar el importe que le corresponde en esta actuación urbanística con terrenos de su propiedad en la futura isla de Zorro-tzaurre, una parcela de algo más de 8.000 metros cuadrados situada en la punta de la península, próxima al edificio que albergará la sede de Kutxabank. Esta parcela tendrá un uso equipamental. Esta cesión de suelo será la aportación del Ejecutivo a la actuación urbanística, cifrada entre cuatro y cinco millones, en los que incluye un máximo de un millón de euros para el tratamiento de las tierras retiradas durante la apertura del canal.

Además, como Gobierno vasco, a través de la sociedad pública Visesa, cederá al Ayuntamiento una parcela de casi 30.000 metros cuadrados sobre la que el Consistorio ejecutará las obras de apertura del canal y la construcción del puente entre Deusto y la futura península de Zorrotzaurre y cuyo aprovechamiento urbanístico se resarcirá con viviendas, fundamentalmente en la fase I.

Por su parte, el Consistorio ejecutará las obras de apertura del canal y la construcción del puente entre Deusto y Zorrotzaurre. En todo caso, las cifras son aún orientativas, según precisaron desde el Ayuntamiento.

Salvando obstáculos

"Comenzamos a discutir con los anteriores y firmamos hoy (por ayer) con el nuevo Gobierno vasco. Es un obstáculo que superamos". Con la claridad que le caracteriza, el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, se mostró ayer esperanzado por que fin el proyecto de Zorrotzaurre camine a buen ritmo y, "salvo hecatombe", las obras de apertura del canal en Deusto den comienzo este mismo año.

La financiación -el presupuesto estimado asciende a 30 millones de euros- puede ser el último obstáculo por salvar, pero es un aspecto en el que llevan meses trabajando y que, en principio, parece estar bajo control; incluso es posible que finalmente sea necesario endeudarse por menos de lo previsto. Lo cierto es que el alcalde de Bilbao ha manifestado en más de una ocasión que esta será la única infraestructura por la que está dispuesto a endeudarse. En este sentido, la colaboración institucional ha sido clave para desbloquear algunos aspectos claves en esta operación. Y Juan Mari Aburto se mostró satisfecho por ello. "Hace ocho días firmábamos un plan comarcal de empleo enfocado a las personas y hoy suscribimos un convenio urbanístico; en definitiva, dos cuestiones de regeneración urbana y social, sin olvidar la prevención de riesgo de inundaciones".

La regeneración de Zorrotzaurre, cuyo ámbito urbanístico ocupa una superficie total de casi 838.781 metros cuadrados, va a convertir esta antigua zona industrial en el nuevo hall de entrada a Bilbao por la ría, con un proyecto integral y sostenible respaldado por la prestigiosa arquitecta anglo iraquí Zaha Hadid, que combina vivienda accesible, áreas de implantación empresarial no contaminante, equipamientos sociales y culturales y amplias zonas de disfrute ciudadano.

El convenio firmado ayer complementa el rubricado el pasado 21 de diciembre entre el Consistorio y el resto de propietarios integrados en la Comisión Gestora de Zorrotzaurre. "Para llegar a este acuerdo -según señaló el consejero-, ha sido necesario afrontar un proceso de diseño, gestión y tramitación urbanística en todos los terrenos". Porque, según Aburto, "tenemos la obligación legal y moral de lograr una colaboración para mejorar la vida y las necesidades de la ciudadanía". A este respecto, el alcalde de Bilbao dijo que "ha costado mucho tiempo buscar las claves y las soluciones. Hoy, gracias al Gobierno vasco, salvamos un nuevo obstáculo y esperemos que este mismo año se pueda abrir el canal".

Azkuna puso en valor el hecho de que la obra reducirá el grado de inundabilidad de la zona. "Si la inundabilidad baja setenta centímetros o un metro, esa puede ser la diferencia entre la vida y la muerte", afirmó. Asimismo, subrayó que se trata de una actuación "estratégica y de futuro" para todo Bilbao y que, por tanto, el Consistorio pondrá "todo el empeño que haga falta" para llevarlo a cabo. "Esto no es gastar dinero en fiestas y en gargantúa", dijo, tras reconocer que se trata de una obra "que cuesta mucho dinero".

En este sentido, el alcalde expuso que la mayor parte de la inversión será sufragada por el Ayuntamiento, mientras que el Gobierno vasco pagará su parte (entre cuatro y cinco millones) por medio de la cesión de suelo, y el resto será sufragado por la Comisión Gestora, "fundamentalmente los elementos privados".

El proyecto de regeneración de Zorrotzaurre es un plan urbanístico con horizonte futuro de, al menos, veinte años. Sin embargo, el paso más importante por su visibilidad, así como por el impacto que puede tener en la ciudad, es la apertura del canal, prevista para dentro de tres años.