Bilbao. Los recuerdos de los dos primeros meses de 2013 estarán impregnados en un ambiente lluvioso. En esta ocho semanas, la lluvia ha sido protagonista en 37 de estas jornadas y los ríos vizcainos han visto cómo su caudal no paraba de crecer, llegando alguno de ellos a desbordarse como el Asua, y el Butroi a su paso por Gatika.

Y es que desde el 1 de enero y hasta el 28 de febrero se ha recogido el 71,3% de la precipitación que hubo a lo largo de todo el año 2012. Así las cosas, en este tiempo, la estación meteorológica que Euskalmet tiene en Zorrotzaurre ha recogido un total de 558,4 litros por metro cuadrado, frente a los 782,3 que se registraron en los 366 días que compusieron el pasado año. "Las lluvias que se han registrado, sobre todo entre el 14 de enero y el 14 de febrero, han sido impresionantes. Ha caído muchísima agua en muy poco tiempo", reconoce José Antonio Aranda, responsable de Euskalmet.

Ha precipitado mucho en muy poco tiempo. Solo así se explican los registros de lluvia que se marcaron en enero, cuando con 20 días de lluvias se recogieron de 272,3 litros por metros cuadrado en la estación meteorológica bilbaina, pulverizando el récord de 2009 cuando se recogieron 201,9 litros. "En esta época de lluvias se han batido máximos y no un día, sino varios. Ha habido jornadas, especialmente, en el interior, en las que la lluvia ha sido muy, muy abundante", indica Aranda.

Año histórico Todo ello ha hecho que hayamos asistido a un inicio de año histórico en lo que a pluviosidad se refiere. "Para ver periodos igual de húmedos tendríamos que irnos muchísimo atrás y, en muchos casos, no encontraríamos unos datos similares a los que se han registrado en el inicio de este invierno", apunta el responsable de la Agencia Vasca de Meteorología.

Tanta lluvia en tan poco tiempo y de forma tan continuada ha ido haciendo mella en el caudal de los ríos del territorio, y también en la tierra, registrándose varios corrimientos de tierras en Bizkaia. "Llegó un punto en que el agua estaba tan metida en todos los poros de la tierra, que la gravedad empezó a hacer su trabajo y comenzaron los desprendimientos. Estos corrimientos han supuesto un problema muy serio", precisa Aranda.

La situación ha sido límite, pero la buena coordinación de las administraciones y las buenas infraestructuras hidráulicas del territorio han evitado que se produjesen grandes daños.

"El trabajo ha sido excelente. En todo momento hemos estado coordinados y teníamos datos al instante de lo que ocurría y eso nos ha hecho poder reaccionar ante las cosas, incluso, antes de que se produzcan". Todas esas precauciones, y el buen trabajo de los colectivos inmersos en esta situación de emergencia, han hecho que la incidencia de las precipitaciones en la población se minimizasen. "Los problemas que ha habido han sido relativamente pequeños para todo lo que ha precipitado, con la excepción del río Asua, donde hubo problemas de desbordamientos", señala el responsable de Euskalmet.

Además de por el buen trabajo de las autoridades, estas pocas incidencias en los ríos se ha debido también a que las precipitaciones han dado tregua en los momentos críticos en los que un momento de lluvias intensas podían haber desbordado los cauces de diversas cuencas fluviales del territorio e, incluso, de la ría del Nervión, que en varias ocasiones estuvo a poco de alcanzar su umbral máximo.

"Hemos tenido suerte porque en los momentos más críticos, cuando los ríos se podían desbordar, cesaron las lluvias", indica Aranda. Según señala el responsable de Euskalmet, en esos instantes con "lluvias de 20 o 30 litros por metro cuadrado en una hora, hubiesen hecho un daño muy fuerte. Han sido precipitaciones moderadas, persistentes que han hecho que los ríos fuesen al límite pero que no han causado daños. En eso hemos tenido suerte".

Pese a las escasas incidencias registradas, los datos de pluviosidad han sido demoledores en el principio de este año. Muestra de ello es el día 15 de enero. Aquel día diluvió en Bizkaia de tal manera que la estación meteorológica de Deusto tuvo más trabajo aquel día que en todo el mes de enero de 2012. En esas 24 horas, los pluviómetros de Euskalmet acumularon 61,4 litros por metro cuadrado, dos litros más que lo que recogió en todo el mes de enero del pasado año. En este punto se unen dos extremos. Por una parte, la excepcional pluviosidad de este inicio de año y, por la otra, la menor precipitación respecto a la media de los dos últimos años.

La persistencia de las precipitaciones ha sido el principal rasgo característico de este inicio de año. Un hecho indicativo es que del 12 al 27 de enero llovió todos los días, es decir, Bizkaia soportó precipitaciones durante 16 jornadas consecutivas. La semana del 12 al 19 de enero fue especialmente prolija en lluvias, ya que en tan solo siete días se recogieron 181,2 litros por metros cuadrado, poco menos que los 182,5 que se recogieron en todo el mes de enero de 2010 que destacó por ser especialmente lluvioso. "Durante estos dos meses hemos tenido un trabajo frenético, no solo de mirar datos, sino de mirar pronósticos intentar ver qué problemática nos puede traer la situación", comentó el experto.

Y febrero también Y es que el mes de febrero ha sido también extremadamente pluvioso. Si los datos de enero eran excepcionales, los de este pasado mes han sido históricos, ya que en la estación meteorológica de Deusto se recogieron en esos 28 días 286,1 litros por metro cuadrado. Esta cantidad es más que la lluvia recogida en febrero durante los últimos cuatro años, ya que entre 2009 y 2012 se recogieron 275 litros por metro cuadrado en este mes.

A ello hay que sumarle un temporal de nieve que durante cinco días tiñó de blanco el territorio. José Antonio Aranda no se pronuncia respecto al tiempo que puede hacer en lo que queda de invierno. "No damos pronósticos a largo plazo porque estamos en una zona meteorológicamente muy complicada y los pronósticos son menos fiables de lo que nos gustaría. De pronunciarnos, podríamos perder credibilidad". De todas maneras, aunque no lloviese en lo que queda de invierno, esta estación pasará a la historia por ser la más lluviosa en muchísimo tiempo.