Lemoa iluminará los puntos oscuros en sus calles ante la falta de seguridad
El PNV cree que los últimos robos tienen que ver con el cambio de luminarias
Lemoa. Los amigos de lo ajeno andan sueltos por Lemoa. En los últimos meses no solo han robado en comercios y casas, sino que las instalaciones públicas se han convertido en golosinas a los ojos de los cacos que cogen todo lo que tenga algo de brillo. El puente nuevo sobre el Ibaizabal amaneció hace unos días sin gran parte del revestimiento metálico que protege su parte inferior. El parque de ribera del río ha perdido, hasta en dos ocasiones, su barandilla de aluminio. El Ayuntamiento acumula las denuncias por robos de cobre y alcantarillas. En el estanco del pueblo los ladrones han entrado hasta en once ocasiones, la última la noche de reyes, poniendo en peligro la continuidad del negocio.
Ante esta situación, el grupo municipal del PNV solicitó en el último pleno "medidas" al Ayuntamiento. Y es que consideran que la "escasa" iluminación con la que cuentan las calles está ayudando en la labor de los cacos. "La nuevas luminarias instaladas han disminuido la intensidad del alumbrado público, algo que incide de manera negativa en la seguridad. Una mejora de la eficiencia energética y el combatir la contaminación lumínica no deben tener como efecto una deficiencia de luz. Los y las comerciantes se siente más vulnerables sobre todo en el momento en el que cierran sus negocios al anochecer", explican los jeltzales.
En concreto, tal y como explica el portavoz del equipo de gobierno de Bildu, Aitor Erauzkin, el Ayuntamiento a través de una subvención modernizó la iluminación del pueblo cambiando 280 puntos de luz antes de vapor de sodio por otros led. "Es cierto que esta luz es menos brillante porque las lámparas tienen una txapela que impide que la luz se escape hacia arriba", explica el concejal. No obstante, el edil asegura que este cambio no ha hecho que disminuya la luz en el municipio. "Si es cierto que si subes a Peña Lemona de noche, parece que Lemoa está menos iluminado. Pero no es así, solo que la luz ilumina lo que tiene que iluminar, no se escapa creando contaminación lumínica", atestigua.
De cualquier forma, Erauzkin sí confirma que con el cambio han quedado "ocho puntos oscuros" que "vamos a resolver". Aún así, el equipo de gobierno no cree que este cambio de las farolas haya incrementado los robos, ya que "en el estanco han robado antes y después de colocar las nuevas luminarias", incide.
Más patrullas Para evitar más robos, los jeltzales pidieron a Bildu "más colaboración con la Ertzain-tza". "La alcaldesa se reúne una vez al mes en la Ertzainetxea de Durango. Les hemos pedido siempre más efectivos y las patrullas que pasan por Lemoa de día y de noche han aumentado", asegura el concejal.