ES una enorme coraza protectora que brilla en medio de la ciudad. El Guggenheim desprende destellos de metal que cortan el elegante cielo de Bilbao, dejando bien clarito que es una inexpugnable cámara guardiana del arte, de las cientos de obras que deleitan la mirada inquieta y curiosa del visitante. Cuadros, esculturas y amantes del arte se sienten seguros bajo la sinuosa estructura de esta fortaleza vanguardista. Es el poder del titanio, que ayer se transformó en una metáfora del evento que acogió este sólido museo.

Y es que el Guggenheim fue el escenario en el que se celebró la entrega de los Premios Excelencia que otorga Prosegur por los actos meritorios que llevan a cabo sus empleados y vigilantes de seguridad en toda la zona norte, lo que incluye la CAV, Nafarroa, La Rioja y Cantabria. Así que, el titanio se transformó la tarde de ayer en protector de protectores, en la cúpula reconfortante bajo la que se reunieron todos aquellos que dedican su día a día a que personas, hogares y empresas se sientan seguros en estos tiempos convulsos.

Además, ayer también se hizo entrega de la Becas Talento que entrega Prosegur y que están destinadas a los profesionales y sus familias con el fin de apoyarles en su formación profesional, universitaria y escolar. Esta es la segunda edición que esta casa celebra este evento, una cita que ha nacido con vocación de consolidarse con un carácter anual y que ayer contó con el mejor y más sólido de los escenarios. Así, profesionales de esta empresa, familiares y clientes se reunieron para disfrutar del evento.

No faltaron a la cita Iñigo Garatxena y José Ramón Muñoz, director de negocio de la zona norte de Prosegur. Ambos, unos momentos antes de que se iniciara la entrega de los reconocimientos, charlaban con Manuel Carretero, Carlos Sanz y Andoni Larrucea, todos ellos de Prosegur. Y también estuvo en la cita, sin perder detalle, Jorge Gala Sarazibar, delegado de Prosegur en Bizkaia.

Expectantes, unos momentos antes de que comenzara el acto de entrega de los premios, estaban los hermanos Aitor y Asier González, que acudieron con sus padres, Marisa López y José Carlos González. Y también asistieron Lorena Veiga, Rosa Hernández y Nagore Quijada, que estuvieron acompañadas por Gerardo Díaz.

Entre los muchos nombres que ayer estuvieron en este acto en el Guggenheim figura también el de Fernando Ordorika y el de Kepa Murga, gerente de recursos humanos de Prosegur en la zona norte. Allí estaban, asimismo, Iratxe Ortega y Noemi Gil, y no se quisieron perder la cita Manuel Carretero y Félix Curiel.

Asistieron también Sergio Ramírez y David Blanco, y muy sonrientes, y ataviados con sus impecables uniformes de vigilantes de seguridad estaban Mikel Aingeru Pérez y David Blanco, que acudieron acompañados por Arkaitz García y Munir Pérez Mohamed. Todos ellos se mostraban más que ilusionados. Y no era para menos, ya que estos cuatro jóvenes fueron algunos de los galardonados en esta entrega de premios de Prosegur. Para ellos, y a pesar del uniforme, ayer no fue día de curro, sino de disfrutar del momento.

Del mismo modo asistió al evento José Ramón Basterretxea de Metro Bilbao y José Luis Etxebarria, de Telefónica. Y los destellos del titanio también fueron testigos de la presencia de Xabier López Iturrate, del Ayuntamiento Bilbao y de Iñaki Ayala, de AlhóndigaBilbao.

Asimismo, no faltó a la cita Álvaro González, concejal del Ayuntamiento de Getxo, y tampoco se la perdió Bittor Laurogoitia, del BEC. Iñaki Garmendia, del Palacio Euskalduna, fue otro de los asistentes.

Más de 35 años lleva Prosegur en el País Vasco prestando su servicios a empresas y personas. Esta casa cuenta con cerca de 1.600 profesionales en la CAV.

Ayer, cuando todos los invitados se acomodaron en el salón de actos del museo, el impresionante hall del Guggenheim quedó en ese silencio propio de los lunes, cuando la pinacoteca permanece cerrada a los visitantes. Fuera, bajo las farolas tempranas de noviembre, Puppy vigilaba atento los alrededores del edificio. Como si de un eficaz perro guardian se tratara, en honor a los profesionales que se reunieron bajo el titanio.