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El Lejano Oriente y las huevas del pez volador

Todo un universo de rituales adornan la cocina japonesa desde tiempos inmemoriales. Por ejemplo, las configuraciones tradicionales de la mesa se basan en la fórmula ichiju-sansai, con cinco cuencos (chawan) bien dispuestos y platos separados antes de la comida. Justo al lado del comensal están el cuenco de arroz a la izquierda y el cuenco de sopa a la derecha. Tras estos hay tres platos planos conteniendo las tres guarniciones, uno al fondo a la izquierda -en el que podría servirse pescado hervido-, otro al fondo a la derecha -en el que podría servirse pescado a la plancha- y otro en el centro de la bandeja -en el que podrían servirse verduras hervidas-. También se ofrecen frecuentemente vegetales en vinagre, para ser comidos al final de la comida, pero no se cuentan como parte de los tres platos de acompañamiento. Los palillos (hashi), se colocan generalmente al frente de la bandeja junto al comensal, en un palillero, o hashioki, con los extremos afilados mirando a la izquierda.

Alejados de ese mundo que ya languidece incluso en el país del Sol Naciente, la cocina japonesa es hoy un referente internacional. Al amparo de esa realidad, acaba de abrirse en Bilbao (plaza Arriquibar, 2) el restaurante Miu, un japonés con vocación de acercarnos el Lejano Oriente hasta un plato cercano. El tori no karaage es un pollo adobado y rebozado; el urakami de tempura de langostino y aguacate recubierto de huevas de pez volador o el shitake san, setas japonesas y tacos de pescado, son algunos de los platos que podrán disfrutar los comensales que se acerquen a la franquicia. A ella nos invocan Txema Soroa y Javier Basarrate, entre otros,portaestandartes, si se me permite llamarlos así, de la marca e impulsores de Tagliatela, Trastevere o La Mary, otros modernos centros de peregrinación de los comensales del día a día en Bizkaia.

A la puesta de largo no faltaron Óscar Lapena y Serafín Monterde, emisarios de la franquicia Andilana; Joana Gómez, Manu Redondo, Pedro Garmendia, Ane Apellaniz, Julián Ahedo, amo y señor de Karrantza; Carlos Garmendi, Unai Senarriaga; el arquitecto Álvaro Cordero, Eusebio Oreja, Álvaro Díaz de Lezana, Dorleta Euba, Alex Nuño, Cristina Cantero, Luis Hueso, Aurelio Armengol, Itziar Basarrate, Elvira Sanz, Juan Carlos Lamarca, Periko Zabala, Asier Atxa, Nekane Calero, Roberto Vega, Jon Etxaniz, José Manuel Puelles, Fernando Blázquez, Ainara Garín, Maider Calero, Felipe Pinzón, Maitane Donate, Manuel Piñeiro, Raúl Mateo, Cristina Alonso, María Hernantes, Mariví Salutregi, Mari Ángeles San Martín, Yolanda Berasaluze, Gorka Elorriaga Ander Ballesteros y un buen número de invitados que disfrutaron de una tarde-noche entregada a la recreación de un mundo oriental que florece en Bilbao con la esperanza de ganarse adeptos con precios y calidades ajustados como piezas de alta joyería y a precios al alcance de la mano. Hoy mandan ellos.