BILBAO. En 1893 el edificio de la BBK en la plaza Circular fue el hotel Terminus. Después lo adquirió la Caja de Ahorros Vizcaina, que en 1949 lo sometió a una profunda rehabilitación y en 2013 centrará gran parte de los servicios municipales de Bilbao y se convertirá en la oficina de Bilbao y Bizkaia para el turismo. Las obras empezarán la próxima semana y revolverán las entrañas de un edificio que ha conocido diferentes usos. Para el Ayuntamiento supone "unificar y reducir el número de edificios municipales" o, lo que es lo mismo, según explica el concejal de Obras y Servicios, José Luis Sabas, "mejor servicio y menos coste", lo que en estos momentos es una valor añadido.
Los edificios antiguos tienen la virtud de encerrar entre sus paredes historias preciosas que permiten recuperar el pasado de la ciudad; como decía aita Barandiaran, sin el pasado no somos futuro. Es lo que ocurre al entrar en el edificio de la plaza Elíptica, que hasta hace unos meses albergaba una de las oficinas principales de la BBK. Para muchos aún es pasado reciente, hasta el punto de que, mientras se realiza la visita con el concejal de Obras y Servicios, José Luis Sabas, para que explique los planes de futuro del grandioso edificio, todavía hay despistados que se cuelan con la intención de hacer una gestión en la que fue su caja de ahorros.
El edificio está totalmente vacío, aunque aún podría ser escenario de una película de ladrones apoderándose de los caudales de la caja fuerte situada en la primera planta, ahora abierta y vacía, como queriendo evitar tentaciones.
A lo largo de los años, el edificio ha mantenido algunas de sus señas de identidad, como la rosa de los cuatro vientos que corona el suelo de mármol de la planta baja. Para más de uno, imagen característica de la que fue su sucursal de ahorros durante años. Pero lo cierto es que antes había sido hall del hotel Terminus, precisamente por su proximidad a la estación de ferrocarril, tal y como recuerda José Luis Sabas.
Eran otros tiempos, cuando los viajeros tenían la posibilidad, a través de una pasarela que unía la estación con el hotel, de acceder directamente a su lugar de estancia tras el viaje. De aquella época gloriosa queda el recibidor. Un gran salón desde el que se accedía a las distintas habitaciones en los pisos superiores y que guarda bastante parecido con otros edificios de la época y, sobre todo, con el hotel Carlton de Bilbao.
En aquellos años, la estatua de don Diego López Haro aún no coronaba la plaza ni los coches y el tráfico se hacían protagonistas de la ciudad. Los carruajes con caballos alrededor del hotel todavía se aprecian en algunas fotografías.
Cuando desapareció como hotel, en 1949, el edificio, adquirido por la Caja de Ahorros Vizcaina, fue sometido a un profundo proceso de ampliación y reforma. Sin embargo, el edificio diseñado por el conocido arquitecto bilbaino Severino Achúcarro, autor también de la biblioteca de Bidebarrieta y de la estación de La Concordia, mantuvo algunas de sus características. Los financieros no se resistieron a quedarse sin el suelo de mármol y la estrella de los cuatro vientos. Por supuesto mantuvieron la estructura general en sus seis plantas, aunque con algunas mejoras adaptadas a su nueva finalidad. Las barandillas de madera de la escalera, así como la puerta de reja, quedaron como signos identidad también en el edificio de lo que sería caja de ahorros.
Durante años el edificio albergó, además de la actividad financiera, las sedes de Norbolsa y de la sociedad de seguros Viarco, hasta que se trasladaron a la Torre Iberdrola.
Aún hoy, el edificio, completamente vacío, invita a imaginarse mil y una historias de banqueros bajo la fisgona mirada del reloj que protagoniza la decoración del patio central donde tantos vizcainos han hecho cola durante años para realizar sus gestiones.
Ubicación estratégica Su estratégica ubicación en pleno centro financiero y comercial de la villa, así como su importancia histórica y urbana, y la gran visibilidad del edificio han sido claves para que el Ayuntamiento haya puesto sus miras en el emblemático edificio del siglo XIX con unos fines de futuro y así, hace ya aproximadamente un año, fue el propio alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, quien desveló la operación que tenía en mente. Su ubicación estratégica, en un lugar donde hay una importante concentración de servicios administrativos y con un cómodo acceso a la ciudadanía y a sus visitantes, fueron razones más que suficientes para que el Ayuntamiento hiciera una decidida apuesta por el edificio.
El inmueble tiene una superficie total de 4.470 metros cuadrados distribuidos en seis plantas en las que se ubicarán las distintas entidades y sociedades municipales. Para ello, según explica Sabas, se han realizado dos proyectos independientes: uno que dispone la organización de la planta inferior y otro proyecto que distribuya las plantas superiores. La intención es que la planta baja se reserve para zona de atención directa a turistas y visitantes de la ciudad y se convierta en un área para la proyección internacional de Bilbao, según relata el concejal de Obras y Servicios. El proyecto para esta fase saldrá a licitación de obra a finales de este mes, con un inicio de los trabajos previsto para febrero de 2013. El objetivo es que antes de verano pueda estar inaugurado y los turistas tengan un lugar de referencia donde dirigirse. En las plantas superiores se ubicarán, por este orden, Surbisa, Bilbao Kirolak y, en las dos superiores, Viviendas Municipales.
La obra ha sido adjudicada recientemente por 1,2 millones de euros, un 37% menos del precio de licitación, a Construcciones Murias y Electricidad Martín. Según Sabas, el edificio se encuentra "en bastantes buenas condiciones", lo que permitirá aprovechar gran parte de la infraestructura propia del inmueble. Suelos, barandilla, la puerta de forjado de la entrada... "Nuestra intención es poner en valor la cubierta lo que, además, permitirá la entrada de una mayor cantidad de luz natural". Además, la obra aprovechará para adaptar los ascensores, tanto el de la calle Navarra, que habrá que bajarlo a pie de calle -ahora se accede tras nueve escaleras-, como el de la entrada principal.
La idea es que los usuarios tengan acceso a la zona de atención al público de Bilbao Turismo a través del patio del edificio, el hall que también tenía la BBK. La entrada al resto de las sociedades municipales se realizará desde la calle Navarra.
Las obras comenzarán la próxima semana por estas plantas y se prevé que para marzo de 2013 estén concluidos los trabajos, tan solo pendiente de los traslados. Con esta previsión, algunas de las sociedades podrían empezar a funcionar en su nueva ubicación en Semana Santa. En total, el traslado afectará a 162 personas, dispersas en estos momentos en diferentes edificios.
Traslado escalonado El traslado se realizará de manera escalonada, al igual que se hizo en el edificio de San Agustín. Será precisamente la planta baja y la primera las que se dejarán para el final, mientras que Lan Ekintza y Bilbao Kirolak podrían estar instalados aproximadamente en cinco meses.
La concentración de las distintas entidades municipales en un solo inmueble permitirá liberar varios edificios, susceptibles de enajenación, con lo que el Ayuntamiento de Bilbao tiene previsto ingresar alrededor de 15 millones de euros. Se trata de las plantas que Viviendas Municipales ocupan actualmente en el número 1 de la calle Cristo; las instalaciones que Lan Ekintza y Bilbao Kirolak poseen, respectivamente, en los número 6 y 11 de Uribitarte; el solar tanatorio de Basurto y varias propiedades municipales en Artxanda.