Muskiz. El pleno municipal ordinario del Ayuntamiento de Muskiz Muskiz abordará en su sesión de hoy la aprobación del mapa de ruidos de la localidad, un instrumento de trabajo que recoge las principales afecciones de la contaminación acústica que sufre el municipio y que será la base que permita la elaboración de un plan de acción y la ordenanza que marque los límites de ruido en los diferentes sectores. Según este mapa, el 77% de la población de Muskiz disfruta de niveles acústicos propios de una zona tranquila y tan solo el 9% supera valores superiores a los 55 decibelios en horario nocturno.
El mapa de ruido que se aborda hoy en la sesión -después de que en la comisión informativa de Medio Ambiente fuera dictaminado favorablemente por unanimidad- responde al compromiso adquirido por el actual equipo de gobierno en enero de este año de cara a dar los pasos necesarios para elaborar una ordenanza municipal.
"En aquel pleno extraordinario ya hubo una importante reflexión por parte de los partidos políticos con representación municipal y el equipo de gobierno dejó clara su intención de desarrollar la normativa local en función de lo que marcase el estudio del mapa de ruido por parte de una empresa especializada que marcase la línea a seguir", valoró el edil de Medio Ambiente, Unai Landaburu, que reseñó el compromiso de la Corporación de contar antes de fin de año con una ordenanza municipal.
Criterios técnicos "En todo caso será una ordenanza que parta de los criterios técnicos que nos aporte la empresa externa que se ha contratado a tal efecto", señaló Landaburu, quien recordó que el encargo efectuado en febrero de este año ha supuesto una inversión de 38.500 euros, IVA incluido.
Los resultados del mapa han obtenido que los focos de ruido ambiental principales del municipio son las carreteras -sobre todo la N-634 y la BI-2701 hacia Sopuerta- que afectan al casco urbano, pero también a los barrios residenciales situados a lo largo del trazado de estas carreteras como Valle, La Cadena, La Rigada y El Haya, o Santelices, Nesilla o El Pobal, respectivamente.
Curiosamente, la A-8 tiene su principal incidencia en el entorno de los espacios naturales catalogados como Lugar de Interés Comunitario (LIC) en el entorno de las marismas del Barbadun.
Según los datos reflejados en el mapa de ruidos, la población afectada en el municipio de Muskiz por niveles superiores a 65 decibelios en los periodos del día y tarde es de un 6% y 4%, respectivamente, mientras que la población afectada por encima de 55 decibelios a la noche es de un 9%, especialmente en la carretera de San Julián a San Juan.
Los mapas de ruido también permiten destacar las zonas más expuestas -centro urbano o aledaños de Petronor-, pero también las tranquilas. Estas son, básicamente, los espacios naturales como el entorno de las marismas y la playa de La Arena; la zona sur del municipio y también el área donde su ubican los picos Ramos y Janeo (zonas de bosque); las áreas residenciales próximas la centro urbano, como La Rabuda o parte de Las Duchas, y los núcleos de Pobeña y Kobaron.
También es destacable que cerca de ocho de cada diez ciudadanos -el 77%- disfruta de niveles acústicos propios de una zona tranquila que son de 60 decibelios en los períodos de día y tarde y 50 decibelios en el período nocturno. Estos análisis permitirán la formulación de un plan de acción para afrontar globalmente el ruido en base a las competencias exigibles y definir la zonas prioritarias de actuación.