La concentración de clásicos de Loiu reúne a cien vehículos
La localidad logra superar con creces la cifra de participantes que hubo en la primera edición
Loiu. El Ayuntamiento de Loiu apostó por consolidar su concentración de coches clásicos celebrando una segunda edición. Y la apuesta ha sido todo un acierto habida cuenta de que ayer la localidad logró reunir a un centenar de vehículos, superando con creces la cifra de participantes de la primera edición que acogió a casi ochenta coches. Los responsables municipales y organizadores de este encuentro se mostraban ayer más que satisfechos del poder de convocatoria de esta jornada que reunió a máquinas de lo más variopintas. Así, vecinos de Loiu y de localidades aledañas disfrutaron durante toda la mañana de una gran exposición al aire libre que llenaba de bellos vehículos la Herriko Plaza y Aransotegi enparantza.
Ya desde bien temprano se percibía por las carreteras de la zona que algo se cocía por la comarca. En gasolineras o atravesando los municipios del valle se podía ver un goteo de curiosos y antiquísimos coches muy poco frecuentes en las vías de hoy en día. Todos ellos se dirigían a Loiu. La mayoría de los participantes en esta concentración eran de Bizkaia, aunque también hubo representación de territorios y provincias aledañas. Así, no han faltado coches gasteiztarras, de Burgos o de Cantabria.
Las joyas sobre cuatro ruedas que se pudieron ver ayer en esta localidad de Txorierri eran de lo más variado. No faltaron elegantes coches de los años 20, 30 y 40, u otros vehículos más que vistosos, como uno de los llamados Tiburones o un simpático Goggo Mobil, el pequeño microcoche que se fabricó durante los años 60 en Mungia.
Minis, Seiscientos o los denominados Dos caballos, también estuvieron representados en Loiu. Incluso hubo alguna curiosidad, como un Nissan Patrol reconvertido en un tren chuchú como los que ahora se ven paseando a niños en las fiestas.
Premios Durante la mañana, los asistentes a la concentración tuvieron ocasión de votar a aquellos coches que les gustaban más en diversas categorías. Así, el premio al más original se lo llevó un Corvette, mientras que el galardón al mas simpático fue para un Isetta, una unidad de los denominados huevos, por su curiosa forma redondeada y con la puerta por la parte delantera. Un Minimorris del 71 que venía de Burgos se hizo con el premio al procedente de más lejos y el premio en la categoría de deportivos fue para un espectacular Ferrari Testarrosa. El galardón al más antiguo recayó en un precioso Chevrolet de 1929.
Durante la jornada eran muchos los que curioseaban en el cuidado interior de los coches expuestos, admirando sus tapicerías, disfrutando de los acabados vintage, y admirando los impecables cromados que brillaban gracias a los cuidados de sus propietarios.
Esta concentración se enmarca dentro del objetivo por parte del Ayuntamiento de Loiu de revitalizar la vida social y cultural del municipio, algo que está logrando habida cuenta del éxito de convocatoria de cada uno de los eventos que pone en marcha.