"Nuestra intención no es tirar las casas, sino cumplir el PGOU"
Portugalete recurrirá la sentencia que protege las viviendas de El Progreso
Portugalete. Los números 63, 64, 65 y 66 del grupo El Progreso, en el barrio portugalujo de Repélega, se despertaron ayer con una alegría especial. El fallo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que tal y como adelantó DEIA, protege sus viviendas de los planes de derribo del Ayuntamiento, dibujó más de una sonrisa entre los vecinos. Pero, el Consistorio recurrirá la decisión del magistrado ante el Tribunal Supremo "porque así lo contempla el Plan General", subrayó Mikel Torres, alcalde de la villa. "Nuestra intención nunca ha sido tirar esas casas, sino cumplir con el Plan General", remarcó.
Tras muchos años de pelea, las cuatro casas del grupo El Progreso, diseñado por el arquitecto Emiliano Pagazaurtundua, cuentan con una sentencia que, a pesar de que no es firme, cuenta con muchas posibilidades de ratificarse ante el Supremo. Sus vecinos, según explica la abogada Silvia Ayestarán, siempre han defendido la singularidad de la arquitectura del grupo, construido en la misma década que la agrupación Villanueva y el Poblado Babcock & Wilcox. "Son casas peculiares, distintas", describe; unos valores que han llevado al Gobierno vasco a introducir las tres agrupaciones residenciales de Repélega en el Patrimonio Cultural vasco.
Sin embargo, el crecimiento de Portugalete, su expansión, apunta hacia el barrio portugalujo con la construcción de más de 500 viviendas por parte de Lakua; unos planes a llevar a cabo en los terrenos donde ahora se levantan los números 63, 64, 65 y 66. "Acataremos lo que el juez dictamine. Si esas casas se tienen que quedar ahí, se quedarán", indicó el primer edil.
A largo plazo Los planes, a pesar de todo, no se materializarán en Portugalete hasta dentro de 15 o 20 años. "Es algo que está proyectado a largo tiempo", avisó el alcalde a los vecinos. Si el juez del Tribunal Supremo finalmente otorga la razón a los vecinos de El Progreso y mantiene en pie las cuatro viviendas, el proyecto municipal deberá modificarse disminuyendo, probablemente, el número de pisos.