Mendexa

LIMPIAMOS el agujero central y vimos que está sin horadar del todo, confirmando que la muela está elaborada en el propio lugar". De esta manera ha constatado la asociación Atabaka que en la zona de Artzabal, en Mendexa, existió hace años una cantera de la que se extraían ruedas para moler de las mismas rocas sobre las que rompen las briosas olas del Cantábrico.

La pieza fue hallada por Ignacio Montero, que se lo comunicó el pasado mes de julio a Guillermo Ruiz de Erentxun, miembro de la asociación para la recuperación del patrimonio. "Me comentó que al este de la playa de Karraspio había una muela de una posible cantera y no sabíamos si era caída de algún navío que la transportaba o era una cantera que muestra el trabajo molero en la zona", explica Ruiz de Erentxun. Puesto en contacto con Javi Castro, al que solicitó dibujos para saber si podía tratarse de una pieza de la cercana cantera Errota Arri de Mutriku, finalmente confirmaron que esta había sido tallada allí mismo. Con un diámetro de 133 centímetros, un espesor de 20, un agujero central de 16 centímetros y un peso de entre 750 y 800 kilos, "sin ninguna duda, ha sido tallada en la zona", confirmaron.

Los antiguos diccionarios geográficos consultados no han aportado ninguna referencia acerca de la cantera, lo cual puede indicar una cierta antigüedad y que para los inicios del siglo XIX la actividad molera ya estuviese olvidada en la zona. "Quizás se encuentre alguna referencia en los documentos de los archivos de Pedro Bernardo Villarreal de Berriz, de la primera mitad del siglo XVIII", aventuran esperanzados desde Atabaka, que ya han comenzado a indagar en los archivos municipales de Mendexa para fechar en qué época fue activa la cantera y verificar si existen muelas de roca similar en los cercanos molinos del río Lea.

La cantera, cuya existencia se desconocía, está formada por roca del Cretácico inferior, del Albiense inferior-medio, de material calcáreo argilolítico y tiene unos 110 millones de años de edad. Su resistencia al embate de las olas -solo es posible ver la muela en bajamar- demuestra que es apta para el trabajo de molienda por fricción de maíz u otros cereales.

"Revisamos la zona para ver si existen otras marcas de extracción y hallamos otra muela en fase de elaboración", registraron los investigadores. La empinada bajada al acantilado, por un estrecho sendero invita a pensar que "el transporte de las muelas desde la cantera de Artzabal se hacía por mar, de manera más sencilla, hasta los embarcaderos de la cercana ría Lea", apuntan.

Cañón en Lekeitio Por otro lado, también ha salido a la luz un cañón que se encontraba semienterrado en las arenas de la desembocadura del río Lea. Según han constatado varios integrantes de una asociación deportiva del municipio, el arma apareció entre las playas de Isuntza y Karraspio. El cañón no se encuentra a la vista y se desconocen sus características y la época de la que podría datarse ya que las investigaciones no se iniciarán hasta finalizar el verano, época en la que mucha gente frecuenta la zona del hallazgo, para proceder a su adecuado tratamiento a fin de preservar su conservación.