Urduliz. La quinta edición del festival de cortometrajes Basartena de Urduliz ya se está preparando. El proceso de recepción de material está en marcha y se podrán presentar películas hasta el próximo día 31. De todas las propuestas, se seleccionarán doce cortos finalistas que serán exhibidos el día 28 de julio en el aula de cultura del municipio y en colegio de abogados de Bilbao. Ese mismo día se dará a conocer el fallo del jurado.
Este concurso de cortos, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Urduliz, ha ido creciendo edición tras edición, y el año pasado llegó a recibir unas 240 obras. Así, el balance en este corto pero intenso recorrido es muy positivo. "Yo suelo hacer cosas de cine y decidí crear este festival pensando, sobre todo, en los chavales de las escuelas que hacen sus cortos e igual solo tienen la oportunidad de enseñárselos a sus familiares y amigos", explica Patxi Lazkano. El festival comenzó como un pequeño escaparate para esos estudiantes de cine, "como un apoyo moral", matiza el organizador, y después fue evolucionando hasta el punto de llegar a recibir trabajos que también eran presentados a los Goya e incluso a los Oscar.
Pero Lazkano quiere que el certamen siga siendo una oportunidad para los jóvenes de Euskadi, por eso Basartena otorga premios en distintas categorías. El mejor cortometraje de ficción se llevará 600 euros y el mejor de animación, otros 600. Y por otro lado, el que se cuele en el primer puesto de mejor cortometraje de escuelas de cine de Euskadi, tendrá 300 euros y el primero en el apartado de mejor corto en euskera, también 300. El jurado está compuesto por personas con una dilatada carrera como directores y realizadores de cine y cortos como Koldo Serra, Borja Crespo y Aitor Elorriaga. Además, estarán los profesores de Audiovisuales de la Universidad del País Vasco Amaya Nerekan y Patxi Urkijo, este último director de múltiples cortos realizados con los alumnos de la UPV.
El organizador del certamen señala que los cortos que se pueden presentar, de una duración máxima de 25 minutos, pueden ser de cualquier tipo, pero anima a la gente a que realice trabajos cómicos. "Queremos un cine fresco, divertido y con ingenio para desestresarnos un poco con tanta crisis", destaca Lazkano, que es consciente de que el contexto económico también afectará al número de cintas que reciba porque "se recorta dinero de todos lados, pero la cultura está sufriendo mucho bajonazo".