Allá las Bardenas, donde la tierra seca, apenas bañada por tormentas torrenciales, existe un mundo mágico. Nadie lo diría. En ese paisaje desértico, donde la tierra se agrieta como la piel curtida de un labrador se levanta, como un oasis de diversión y entretenimiento, Sendaviva, una república de vida alegre en el corazón de un mundo lunar. Las 120 hectáreas de extensión que ocupa en la localidad de Arguedas, apenas a 15 kilómetros de Tudela, son las más festejadas de la región: en ellas se celebra la vida. No en vano, hay más de treinta atracciones dirigidas al disfrute de todos los públicos, entre ellas algunas en verdad sorprendentes: el mayor tubing del Estado, la gran tirolina -es la más grande de Europa, todo un desafío para los corazones intrépidos...-, el bobsleigh, el laberinto del agua, la caída libre, que le deja a uno sin aliento, la mansión encantada o las bumpers acuáticas.

No se detiene ahí el torrente de fantasías. Así, Sendaviva acoge, además, un circo que combina payasos y acróbatas (humor y adrenalina, para entendernos...) o la asombrosa exhibición de vuelo de las aves rapaces, en la que se puede contemplar la velocidad de los cernícalos, el vuelo en ala delta del águila; el Fórmula Uno de los aires, es decir, el halcón; un simulacro de caza de los ratoneros o el aterrizaje de distintos tipos de buitres, entre ellos el impresionante cóndor andino, todo un señor de las alturas. A ello hay que sumar más de 800 animales de 200 especies distintas, distribuidos en ocho sendas diferentes o la participación del parque en programas de conservación de las especies autóctonas, en colaboración con asociaciones que velan por el mantenimiento de razas navarras en peligro de extinción como el caballo de Burguete, las vacas betizu o la jaca navarra.

De todo ello hubo noticia ayer en el Teatro Campos, donde los gestores de este prodigio -Rubén González, Ana Marta Torres y Mónica García Peña al aparato...- presentaron la nueva temporada de Sendaviva en Bilbao. No en vano, el 10% de los visitantes anuales proceden de Bizkaia, un porcentaje a tener en cuenta. Para ello llevaron hasta los salones una función especial de circo -espectacular y sorprendente el número de la rueda CYR, inmerso en un hermoso espectáculo cuyo hilo conductor son los sueños prodigiosos de una niña que vive, o cree vivir, increíbles aventuras...- y una degustación de productos navarros -cogollos de Tudela, pochas de Sangüesa, espárragos o pimientos del piquillo, entre otras delicias...- regados con dos vinos: Flor de Unx y Señorío de Unx. El periodista Ager Sardui marcó el ritmo de la noche.

Por ella desfilaron, entre otros, el delegado de la SGAE, Ignacio Casado, el concejal Mariano Gómez, Juan Rebollar, Isabel Martínez, Ino Mata, el pequeño Aimar Callejón, Ainhoa San José, Eva Rodríguez, Gorka Vázquez, Nerea Coello, Vanessa Rodríguez, Amaia Alberdi, Javier Atxalandabaso, Iñaki Iturregi, María Hernández, José Luis Etxebarria, Andoni Artuñedo, hombre bragado en mil y un historias (un tipo de la vieja guardia, para, entendernos...), Julia Ballesteros, Cristina Martínez, Idoia Alonso, Juan Carlos Igartua, Arturo Trueba, recién salido de las lluvias del Barnaval; Álvaro García, Ane Bilbao. Yolanda Rodríguez, Nagore Ortuzar, Miren García y un buen número de asistentes que se sentaron en la penumbra (mesas redondas, dispuestas a la manera de un cabaret francés...) para vivir un sucedáneo de lo que se puede sentir en aquella tierra árida de la que les hablaba. Durante este fin de semana habrá dos sesiones más del circo en el teatro pero la felicidad plena espera unos kilómetros más al este.