Barakaldo
Cada día, agarrado de la mano de Cachelo, jugador del Barakaldo en los años 30, Daniel Sedano acudía al campo baracaldés. El negro y el amarillo han marcado su vida desde entonces convirtiéndole ahora en el socio más veterano del club fabril. "Ya tengo el diploma de los 80 años en el club", dice orgulloso echando un vistazo al escudo que siempre lleva colgado de su bufanda. Su imagen es uno de los nuevos reclamos para atraer la inscripción de socios al club; un acto que para Daniel "ha de hacerse de corazón, si no se siente, no merece la pena".
Cachelo inscribió a Daniel como socio del Barakaldo. Él nunca se olvidará de aquellos tiempos en los que, con solo año y medio, iba de la mano del jugador a ver los partidos. "Fue la primera vez que vi un hombre adulto desnudo, ¡fíjate! Me sentaban allí en el vestuarios con ellos, era como uno más", describe. Pronto los colores del Barakaldo comenzaron a regir su vida. En cuanto juntó dinero, Daniel se compró una moto para seguir a su equipo fuera donde fuera. "Solía ir detrás de su autobús", recuerda. Aunque lloviese, hiciera frío o calor, nunca se perdía uno de sus partidos.
Su nombre fue haciéndose conocido entre los jugadores, los aficionados y, también la directiva del Barakaldo, que ya por entonces veía en él a un futuro presidente. Y acertaron. Con el paso del tiempo, Daniel, que nació un 10 de octubre de 1930 en el número 79 de La familia, metió la cabeza en el club como directivo. Así lo compaginó con su trabajo en Altos Hornos durante más de 12 años, hasta que llegaron a nombrarle presidente, en 1991, hasta 1995.
Captar socios Su currículum ha llevado al club baracaldés a escogerle como imagen, entre otras personas-Javier Clemente también ha cedido su imagen- para captar nuevos socios. En la actualidad, el Barakaldo Club de Fútbol cuenta con 1.815 socios. "Yo siempre digo que en Barakaldo queremos más a la tía que a la madre. Mucha gente es del Athletic y va a San Mamés, pero luego no bajan a Lasesarre", se queja Daniel ofreciendo incluso cifras: "Somos más de 1.800 socios del club, y en San Mamés hay más de 8.000 socios baracaldeses, eso no puede ser".
El socio más veterano mantuvo durante 26 años dos carnés en su cartera. El del Barakaldo y el del Athletic. Y es que Daniel siempre ha querido a los rojiblancos. Hasta que un día decidió darse de baja "porque estaban jodiendo a mi pueblo", explica sin tapujos.
"El Barakaldo siempre ha estado en Segunda División, pero siempre ha sido un equipo muy puntero. De hecho hemos estado a punto de subir a Primera, pero no pudo ser, el Athletic siempre se llevaba a nuestros mejores jugadores y claro, al final no lográbamos subir", relata aún dolido por la actitud del club rojiblanco. Así, tras haber recibido también por parte del Athletic un diploma en conmemoración a sus 25 años como socio, acudió a la ventanilla y zanjó su relación con el club "aunque siempre querré al Athletic", confiesa finalmente. "Pero yo primero quiero a mi madre, que es el Barakaldo, y luego a mi tía", insiste.
Daniel es padre de tres hijos y abuelo de ocho nietos. Sin embargo, ninguno ha seguido sus pasos junto al Barakaldo. "Esta es mi mayor cruz, cuenta divertido. "No he dado a ninguno de alta como socio porque eso tienen que sentirlo de corazón", explica, mostrando en su mano derecha una pulsera que lleva sus colores favoritos, el negro y el amarillo. Y es que vaya donde vaya, nunca sale de casa sin vestir esos colores. Orgullo de baracaldés- Orgullo de socio.
Daniel juega con su escudo de tela y lo combina en diferentes bufandas, abrigos y camisetas. "Lo llevo hasta por Benidorm en verano en los polos de manga corta", apunta. En su casa tiene su pequeño santuario de recuerdos. Fotos con diferentes jugadores, recortes, carteles... Son los recuerdos de una vida en amarillo y negro. Una película que comienza con un niño caminando al campo de la mano de Cachelo y que podría llevar por título Del Barakaldo, jolín.